El punto de inflexión de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) procedentes de combustibles fósiles está a la vuelta de la esquina: las emisiones alcanzarán su punto máximo en 2025, según un estudio y análisis de Rystad Energy.
De acuerdo con la actual senda mundial de políticas anunciadas, proyectos, tendencias industriales y avances tecnológicos previstos, las emisiones mundiales de CO2 alcanzarán unas 39 gigatoneladas anuales (Gtpa) en 2025, antes de iniciar un descenso anual constante a medida que las industrias limpien su huella de carbono.
Las emisiones de combustibles fósiles alcanzaron un máximo histórico en 2022
Las emisiones alcanzaron un máximo histórico en 2022, cuando los países se vieron obligados a buscar combustible fiable y asequible para la generación de electricidad tras la invasión rusa de Ucrania. Como consecuencia, muchos recurrieron a combustibles más intensivos en CO2 como solución a corto plazo a sus crisis de seguridad energética, reactivando centrales de carbón inactivas y dando prioridad al gas frente a alternativas más limpias.
Si bien estos combustibles seguirán desempeñando un papel en la economía mundial durante las próximas décadas, el impulso hacia un futuro más limpio no muestra signos de desaceleración.
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De acuerdo a Renewables 2022, la última edición del informe anual de la Agencia Internacional de Energía (International Energy Agency, IEA, por sus siglas en inglés), la capacidad mundial de las energías renovables aumentará en 2 400 gigavatios (GW) durante el periodo 2022-2027. Esto es equivalente a toda la capacidad eléctrica de China en la actualidad.
Como muestra de lo que está por venir, las emisiones directas de CO2 -dióxido de carbono procedentes de la quema de combustibles fósiles en las centrales de todo el mundo para la generación de electricidad y calor- alcanzarán su punto máximo este año. El descenso será mínimo al principio antes de cobrar impulso en los próximos años, convirtiéndose en un factor significativo de la disminución de las emisiones totales de CO2 de todos los sectores para 2025.
“Alcanzar el máximo de emisiones de CO2 procedentes de combustibles fósiles en los próximos dos años es un logro mundial extraordinario, excepcional si se tienen en cuenta los actuales bloqueos de la cadena de suministro y la gran atención que suscita la seguridad energética. Si la industria puede mantener este impulso, un calentamiento global inferior a 2,0 grados Celsius puede estar al alcance de la mano”, declaró Artem Abramov, responsable de investigación sobre tecnologías limpias de Rystad Energy.
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El año pasado, las emisiones de CO2 de combustibles fósiles alcanzaron un máximo histórico de 38,3 Gtpa, lo que suscitó dudas sobre la capacidad del mundo para cumplir los ambiciosos objetivos climáticos de limitar el calentamiento a entre 1,5 y 2,0 grados Celsius.
Sin embargo, el modelo de emisiones de Rystad Energy apunta a un inminente punto de inflexión. Los datos muestran un pico de 39 Gtpa en 2025, pero ese plazo podría adelantarse hasta el año que viene si las perspectivas macroeconómicas a corto plazo aceleran la transición energética.
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