Volkswagen planea duplicar la plantilla de su división de carga y energía, lanzar una nueva tecnología de pago el año que viene y establecer más alianzas para enfrentarse a Tesla en un campo de batalla clave para los vehículos eléctricos como lo es la infraestructura energética.
Asegurándose de que hay suficientes enchufes de carga rápida -y suficiente energía- para los vehículos eléctricos que quiere vender, el mayor fabricante de automóviles de Europa espera convencer a los conductores preocupados por la autonomía de las baterías de que pueden abandonar sus vehículos de combustible fósil para siempre.
Para subrayar su ambición eléctrica, Volkswagen ha contratado a la veterana del sector energético Elke Temme, que pasó casi dos décadas en las empresas alemanas de energía RWE e Innogy, para ayudar al fabricante de automóviles a ponerse en mejor forma para enfrentarse a Tesla.
Desde enero, Temme, de 53 años, se encarga de agrupar las distintas actividades energéticas del fabricante de automóviles, como la adquisición de energía, la posibilidad de que los clientes carguen sus vehículos en casa y en la carretera, y la venta de la electricidad necesaria.
Para conseguirlo, se necesitará más personal, por lo que planean duplicar la plantilla de la división europea de carga y energía de Volkswagen, conocida como Elli, hasta unos 300 empleados en 2022, tras haberla triplicado ya este año, según declaró Temme a Reuters en una entrevista.
“Estamos invirtiendo en grandes áreas de crecimiento que no siempre tienen que ser rentables de inmediato. Siempre vemos estas inversiones en el contexto general de nuestra estrategia de grupo”, dijo. “Por eso es clave crear una infraestructura global”.
Temme declinó especificar el presupuesto que se le ha asignado, pero dijo que Volkswagen, dirigida por el admirador de Tesla Herbert Diess, ha aprobado las solicitudes de inversión para la división, que también vende sistemas de almacenamiento de baterías para el hogar similares a la Powerwall de Tesla.
Volkswagen lidera ampliamente con sus planes de inversión en vehículos eléctricos y baterías hasta 2030, según un análisis de Reuters, y tiene previsto gastar 35.000 millones de euros en vehículos eléctricos de batería hasta 2025.
Figura 1. La inversión global de los fabricantes de vehículos totaliza US$ 515 billones
La actualización necesaria
En lo que respecta a las redes de cargadores rápidos, que muchos analistas consideran cruciales para lograr introducir los vehículos eléctricos de manera definitiva, VW tiene que ponerse al día.
Tesla lleva años desplegando Superchargers de alto rendimiento y cuenta con una red global de unos 30.000 cargadores rápidos que, según dice, pueden dar un impulso de 200 km (125 millas) en 15 minutos.
La compañía informó en octubre que su propia red se ha duplicado en los últimos 18 meses y que se triplicará en los próximos dos años.
Volkswagen, por su parte, espera que su red de cargadores rápidos casi se cuadruplique hasta alcanzar unos 45.000, con 18.000 surtidores de vehículos eléctricos en Europa, 17.000 en China y 10.000 en Norteamérica.
En 2025 es el momento cuando VW pretende desbancar a Tesla como líder del mercado mundial de vehículos eléctricos
En marzo, Volkswagen dijo que tiene previsto gastar 400 millones de euros en la ampliación de su red de recarga rápida en el continente para entonces.
Pero eso es una gota en el océano comparado con los 5.000 millones de euros que la Unión Europea calcula que se necesitan cada año hasta 2040 para ampliar la infraestructura de recarga en el continente, y está aumentando la presión sobre las empresas de servicios públicos y los gobiernos para que den un paso adelante.
En Europa, el grupo Volkswagen es accionista de la empresa de recarga rápida de la UE Ionity, junto con los fabricantes de automóviles rivales BMW, Daimler Mercedes-Benz, Ford y Hyundai.
También se ha asociado con empresas energéticas como la italiana Enel, la británica BP y la española Iberdrola para colmar las lagunas geográficas y elaborar el plan de financiación de la infraestructura de los vehículos eléctricos.
Vehículos y potencia
Tesla ya ha demostrado que, en lo que respecta a los vehículos eléctricos, ya no basta con vender vehículos. Ha adoptado un modelo que ofrece a los clientes todo tipo de productos, desde vehículos hasta baterías y paneles solares, así como electricidad en algunos estados de Estados Unidos.
Volkswagen vende ahora energía a los clientes minoristas que conducen un EV o híbridos enchufables. Una de sus tarifas, que está disponible para clientes que no tienen un VW, ha atraído a más de 10.000 clientes desde su lanzamiento en julio.
VW tiene previsto poner sus cargadores rápidos a disposición de todos los conductores de vehículos eléctricos, a diferencia de Tesla, que hasta ahora ha mantenido su red de supercarga sólo para los conductores de Tesla, con la excepción de un programa piloto en los Países Bajos.
VW está adoptando un enfoque diferente al de Tesla en lo que respecta al despliegue de la infraestructura de recarga.
Temme dijo “queremos una red de recarga abierta y no discriminatoria y desarrollaremos nuestros servicios para que nuestra oferta sea más cómoda, más sencilla y más atractiva”.
Volkswagen afirma que su enfoque abierto significa que los compradores de sus vehículos eléctricos pueden cargar en más de 250.000 puntos de recarga públicos existentes en toda Europa, de varios proveedores con distintas velocidades de carga.
El problema es que los protocolos de recarga y los métodos de pago pueden variar de un proveedor a otro, lo que puede convertir el acto de recargar un EV en una tarea lenta y complicada.
A partir del primer trimestre de 2022, Volkswagen tiene previsto ofrecer la tecnología “Plug & Charge” en Europa para facilitar el proceso.
El vehículo almacenará los datos de pago del propietario y realizará un pago sin contacto cuando el enchufe de carga se conecte al EV en las estaciones de servicio establecidas para el servicio.
Retos de similar magnitud
Aunque se trata de nuevos retos para los fabricantes de automóviles establecidos, Temme, que fue testigo de primera mano del brusco cambio de las empresas de servicios públicos alemanas, que abandonaron la energía nuclear tras el desastre de Fukushima, cree que pueden ser dominados.
También aseveró que “las empresas de servicios públicos deben reinventarse y pasar de la energía nuclear y el carbón a las renovables. En la industria del automóvil, incluso en Volkswagen, la cuestión es actualmente cómo cambiar sistemáticamente el enfoque de los vehículos convencionales a la movilidad sostenible”.
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