Las autoridades venezolanas anunciaron la reactivación del Complejo Hidroeléctrico General José Antonio Páez, en el estado de Barinas, ubicado el occidente del país.
Varios funcionarios del Estado, entre ellos el ministro de Electricidad, Néstor Reverol, recorrieron el domingo las instalaciones antes de dar una rueda de prensa. Con dos turbinas en funcionamiento, la central suministrará 120 megavatios (MW) a la red eléctrica.
El ministro añadió que las autoridades prevén activar otras dos turbinas a finales de abril para alcanzar la capacidad máxima del complejo, de 240 MW.
La central hidroeléctrica José Antonio Páez está situada cerca de la frontera entre los estados de Barinas y Mérida y se abastece de los ríos Santo Domingo y Aray.
Construida a principios de la década de 1970, había funcionado de forma interrumpida en los últimos años, a pesar de varias operaciones de mantenimiento, lo que había agravado la escasez de electricidad en los estados occidentales del país caribeño.
La presa volvió a ponerse en marcha tras cuatro meses de intensos trabajos de reparación. Aparte de la recuperación de los sistemas de turbinas, la compañía eléctrica estatal CORPOELEC informó de que su personal había actualizado los equipos de la subestación adyacente, reconstruido un muro del canal de la presa y retirado más de un millón de pies cúbicos de sedimentos del embalse de Santo Domingo.
El complejo hidroeléctrico reactivado reforzará el suministro eléctrico a los estados de Apure, Barinas, Táchira y Mérida. Situados en el oeste de Venezuela, han sido los más afectados por los apagones en los últimos tiempos.
Usuarios de las redes sociales han informado que los cortes de electricidad a menudo se producen más de una vez en el mismo día durante períodos de varias horas. La falta de información sobre el calendario de racionamiento también ha alimentado el descontento.
La crisis de generación de Venezuela
El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) de Venezuela sigue dependiendo en gran medida de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, de 10.000 MW de capacidad, conocida como la represa de Guri, ubicada en el estado Bolívar, al este de Venezuela.
Una crisis eléctrica en 2009 llevó al Gobierno del entonces presidente Hugo Chávez a elaborar planes para ampliar el suministro con otras fuentes en todo el país. Sin embargo, la subsiguiente crisis económica, así como los casos de corrupción, hicieron que muchas de las grandes obras quedaran inconclusas.
Las sanciones estadounidenses agravaron mucho el problema, bloqueando las posibilidades de revisar los equipos y conseguir piezas de repuesto. La escasez de combustible, agravada en 2020 cuando la administración Trump puso en el punto de mira los acuerdos de canje de crudo por combustible, también dejó inactivas varias centrales diésel.
Venezuela sufrió múltiples apagones en todo el país en 2019 que el gobierno de Maduro atribuyó a ataques terroristas contra el sistema eléctrico.
En los últimos cinco años, CORPOELEC ha logrado apuntalar la red para evitar problemas simultáneos a escala nacional.
Aunque en la capital, Caracas, y en otras zonas del centro del país los cortes de electricidad se han vuelto muy poco frecuentes, el racionamiento sigue siendo la norma en la mayor parte del país. Los bajos niveles de agua en las presas empeoran el suministro en los estados del oeste de Venezuela.
A pesar de todo, las autoridades no han facilitado datos sobre el estado del sistema eléctrico, los analistas han especulado con que las líneas de transmisión de alta tensión de la presa de Guri no están en condiciones óptimas.