La petrolera estatal venezolana PDVSA ha comenzado a contactar a clientes con contratos de suministro de crudo en medio del levantamiento temporal de las sanciones de EE. UU., moviéndose para reanudar las ventas en efectivo a las refinerías globales.
Estados Unidos levantó el miércoles la mayoría de las restricciones a Venezuela durante seis meses para producir, vender y exportar petróleo a sus mercados elegidos.
La amplia relajación de las sanciones impuestas desde 2019 tras unas elecciones que Washington consideró una farsa permitirá que parte del crudo venezolano fluya a clientes que antes tenían vetadas las transacciones.
La licencia, emitida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro de Estados Unidos, tiene como objetivo fomentar unas elecciones presidenciales justas en Venezuela el próximo año. Pero no se espera que impulse significativamente la deteriorada producción de petróleo de Venezuela ni que conduzca inmediatamente a exportaciones más fuertes.
La división comercial de PDVSA ha perdido a gran parte de su personal calificado, con la salida de operadores petroleros debido a los bajos salarios. Esa pérdida de experiencia significa que las nuevas negociaciones podrían tomar tiempo, o producir pocos nuevos acuerdos de exportación en los seis meses de la licencia, según las fuentes, que hablaron bajo condición de anonimato.
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La producción de petróleo en Venezuela, que cuenta con las mayores reservas de crudo en todo el mundo, ahora tiene un promedio de 780.000 barriles por día (bpd) y los cambios en la licencia podrían ayudar a aumentar el flujo de caja de PDVSA, al menos reduciendo el grupo de intermediarios que venden su petróleo con descuento a los clientes, principalmente en Asia.
“La OFAC ha emitido una licencia general sin precedentes que suspende el amplio cerco impuesto a PDVSA”, dijo en las redes sociales el presidente ejecutivo de la empresa y ministro de Petróleo, Pedro Tellechea.
Venezuela puede ahora recibir pagos directos por bienes o servicios en virtud de la licencia emitida por la OFAC, que supervisa las sanciones estadounidenses.
Las restricciones de pago habían reducido los ingresos por ventas a PDVSA y sus empresas conjuntas, que sólo estaban autorizadas a entregar cargamentos para pagar la deuda, mientras que el movimiento de efectivo hacia Venezuela estaba vetado. No se levantaron todas las sanciones de Estados Unidos a PDVSA.
Los ingresos de PDVSA se han visto muy mermados por las sanciones en los últimos cuatro años. Como se prohibió a sus clientes tradicionales hacer negocios con ella, la empresa tuvo que vender su petróleo a un grupo siempre cambiante de intermediarios dispuestos a intercambiar cargamentos con grandes descuentos en los precios.
Desde noviembre, cuando Washington autorizó a Chevron a ampliar sus empresas conjuntas con PDVSA y exportar crudo venezolano a EE. UU., ese acuerdo y algunos otros proporcionaron a PDVSA el único acceso a los mercados occidentales.
Esos acuerdos, sin embargo, se limitan al pago de deuda, por lo que llega poco efectivo a las arcas de PDVSA, lo que limita su capacidad para ampliar la producción y las exportaciones de petróleo.
“El mayor beneficio a corto plazo, en un año electoral, es vender petróleo a precio pleno a su mercado más rentable, Estados Unidos”, escribió en las redes sociales Francisco Monaldi, experto en mercados energéticos latinoamericanos del Instituto Baker de la Universidad Rice.
“Incluso en caso de que se restablezcan las sanciones, el dinero ingresado y la limitada producción adicional serán un ‘pájaro en mano” para la administración del presidente venezolano Nicolás Maduro, agregó Monaldi.
De China a Europa
Una delegación encabezada por el presidente Nicolas Maduro viajó a China en septiembre para renovar el comercio y las inversiones. Entre las propuestas discutidas tanto por el gobierno como por empresas estatales estuvo la reactivación de los pagos de la deuda venezolana con petróleo a China, que en gran parte permanecen bajo un período de gracia, y la expansión de empresas petroleras conjuntas en el país, según fuentes separadas cercanas a las conversaciones.
China es el principal mercado de exportación de petróleo de Venezuela, y este año ha recibido unos 430.000 bpd de crudo y combustible, según datos de seguimiento de buques cisterna. Antes de las sanciones, India y Estados Unidos eran otros de los principales destinos.
Los mayores clientes de PDVSA, la estatal CNPC y PetroChina a través de amplios acuerdos de petróleo por deuda, no han importado petróleo venezolano desde que EE. UU. impuso sanciones secundarias en 2020, por lo que pequeñas refinerías en China han estado tomando los cargamentos venezolanos en su lugar.
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Antes de las sanciones, PDVSA también tenía contratos de suministro de petróleo con las refinerías de petróleo de EE. UU., incluyendo su filial con sede en Houston Citgo Petroleum, Valero Energy y PBF Energy, Reliance Industries y Nayara Energy de la India; y empresas europeas como Eni de Italia y Repsol de España.
La administración del presidente Joe Biden destacó esta semana que tanto los términos electorales como una serie de acuerdos paralelos entre gobierno, la oposición política del país y Washington deben cumplirse para mantener activas las licencias.
Estados Unidos dio a Venezuela de plazo hasta finales de noviembre para retirar las prohibiciones impuestas a los candidatos de la oposición que se presenten a las elecciones presidenciales, y un grupo de presos políticos debe ser liberado. La primera liberación de detenidos tuvo lugar durante la noche.
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