Los directivos del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca apuntan a que Vaca Muerta tenga un puerto a su disposición, y es lo que está tratando de impulsar por eso se está involucrando y hoy en día está tomando algunos riesgos, invirtiendo cuando todavía no está la carga, comprando tierras cuando aún no tiene anclado ningún proyecto.
Lo cierto es que el terminal no solo tiene a su favor las buenas intenciones, por parte de la administración actual, sino que a ello se suma su estratégica ubicación geográfica y su privilegiada conectividad marítima, lo que implica un enorme potencial de ampliación del terreno con frente de muelle y una profundidad garantizada de 45 pies de calado que también puede expandirse.
Uno de los objetivos de la administración del puerto es preparar el terreno para el futuro desembarco de puestos logísticos de diversas empresas vinculadas a la industria.
Un terreno de 1.800 hectáreas con frente de muelle fue el que se reservó para ampliaciones. Para esos efectos el Estado de Argentina transfirió 87.000 metros cuadrados de tierra al Puerto para la playa ferroviaria de cargas de Vaca Muerta, en Puerto Galván, según consignó La Nueva.
Cabe destacar que en 2017 el Consorcio del Puerto de Bahía Blanca presentó una proyección de trabajo y crecimiento con vistas al 2040. En ese momento Vaca Muerta se encontraba en una situación más prematura que ahora, pero de igual manera la formación no convencional ya formaba parte de su plan futuro.
Ahora, a dos años de aquella publicación, pasó de ser una tímida apuesta en un proyecto ambicioso a una estrategia concreta donde el puerto pone en juego parte de su futuro a través de inversiones y movimientos anticipados.
Proyecciones de crecimiento
Con la puesta en explotación del yacimiento de shale de gas y petróleo de Vaca Muerta, el puerto está ante un nuevo desafío y los resultados comienzan a verse. Por una parte, ya hay proyectos a comenzar en el área de las plantas petroquímicas, y otros programados, como así también la traza de nuevos poliductos para que el producto de Vaca Muerta pueda agregar valor a dicha ciudad y luego ser exportado a los mercados internacionales.
En ese sentido, Bahía Blanca se configura como una ciudad cercana a varios gasoductos y oleoductos troncales que atraviesan Argentina. Además, el nuevo gasoducto que licitará el Gobierno el mes que viene, pasará por Salliqueló, otro punto clave para las redes de transporte nacionales que está a 4 horas del puerto.
Ahora hay que lograr legislaciones, redes de transporte para evacuar la producción y, en el caso del gas, nuevas instalaciones que permitan licuefaccionarlo.
Actualmente el puerto de Bahía Blanca moviliza carga por el orden de los 27 millones de toneladas anuales en combustibles y productos petroquímicos, y que sin duda con las proyecciones de Vaca Muerta pueden multiplicarse.
Noticia de: Mundo Marítimo
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