Mientras los científicos se apresuran a desarrollar un sucesor de las baterías de iones de litio, el mercado ha estado haciendo su propia innovación, promoviendo una batería de litio-hierro-fosfato menos costosa.
“Muchos fabricantes han empezado a cambiar las baterías de iones de litio por las de fosfato de litio porque el fosfato es más fácil de conseguir”, dijo Meghan Nutting, vicepresidenta ejecutiva de asuntos gubernamentales y normativos de Sunnova, una empresa de desarrollo solar residencial con sede en Houston.
Nutting intervino la semana pasada en la Cumbre Anual de la Energía del Instituto Baker en Houston, respondiendo a una pregunta sobre la escasez en la cadena de suministro de las energías renovables.
“En su mayor parte, para los paneles solares son bastante abundantes los minerales de la Tierra. Necesitamos aluminio, vidrio, silicio y algo de cobre. En su mayor parte son bastante abundantes”.
En cuanto a las baterías, que hacen que la energía solar sea más despachable, se ha pasado a ingredientes más baratos y fáciles de encontrar, dijo.
Los ingredientes del fosfato de hierro y litio son más fáciles de conseguir que el cobalto, un componente vital del cátodo de la mayoría de las baterías de iones de litio, que tradicionalmente se extrae principalmente en el Congo. El precio del cobalto, que era de 32.000 dólares por tonelada a finales de 2017, se disparó a 82.000 dólares la pasada primavera. Desde entonces ha bajado a 55.000 dólares. Los fabricantes han respondido al coste y a la volatilidad buscando químicas alternativas.
“Las baterías sin cobalto, como las de LFP (litio-hierro-fosfato), también ofrecen una versión menos intensiva en minerales de una configuración de iones de litio y a menudo son más baratas que sus homólogas (de níquel-manganeso-óxido de cobalto)”, según un informe publicado el mes pasado por el Atlantic Council, “aunque a costa de una menor densidad energética y, por tanto, de preocupaciones sobre la capacidad de almacenamiento, como la autonomía de conducción de los vehículos eléctricos.”
A pesar de estos inconvenientes, las baterías de litio y fosfato de hierro (LFP) están subiendo en el mercado de las baterías. En un informe de agosto, UBS predice que el LFP acaparará el 40% del mercado de baterías en 2030. Como señala el Atlantic Council, se trata de un aumento del 25% respecto a las previsiones anteriores de UBS y un salto desde el 17% de cuota de mercado de las LFP en 2020.
Noticia tomada de: Forbes / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
Inscríbase gratuitamente a nuestro boletín semanal aquí.
No dude en ponerse en contacto con nosotros para darnos sugerencias y noticias. Es suficiente con enviar un mensaje a contacto@worldenergytrade.com para hacérnoslo saber.
Te puede interesar:
- China construye una enorme presa hidroeléctrica con impresión 3D y sin utilizar un solo trabajador
- El ensayo de Japón de una turbina en el fondo del mar podría ofrecer energía renovable sin límites
- La primera batería de CO2 del mundo para el almacenamiento de energía de larga duración se prepara para su estreno