Hay una serie de obstáculos importantes para la adopción generalizada de los vehículos eléctricos, son caros, la infraestructura de recarga está subdesarrollada, la ansiedad por la autonomía está muy extendida y es válida, y a mucha gente le encantan sus vehículos que consumen mucha gasolina.
Hay que superar muchas de esas prominentes barreras a la adopción. Ya está surgiendo una gama de precios más amplia de vehículos eléctricos, y a medida que más actores entran en el juego de los vehículos eléctricos y las economías de escala entran en juego, es de esperar que más modelos sigan siendo más asequibles.
La infraestructura de recarga es un reto mayor. La ansiedad por la carga y la autonomía son peligros reales y presentes para el mercado de los vehículos eléctricos, y asegurar a los consumidores que no tienen nada de qué preocuparse no es tarea fácil.
La innovación de un cargador portátil
Algunos innovadores también están trabajando en una forma de abordar los temas y las preocupaciones respecto a los vehículos eléctricos, y permitir que los conductores se sientan libres y confiados de transitar en las carreteras.
Una empresa llamada ZipCharge aprovechó la cumbre climática COP26 que se celebra esta semana en Glasgow para presentar un cargador portátil para vehículos eléctricos que puede llevarse como un maletín.
Llamado Go, el cargador es básicamente una batería sobre ruedas, que puede dar a un vehículo eléctrico hasta 65 kilómetros de autonomía, ofreciendo una forma versátil de obtener un aumento de la autonomía cuando sea necesario o de evitar quedarse sin energía en los viajes más largos en un vehículo eléctrico.
La unidad Go se ofrecerá en versiones de 4 y 8 kWh, y la de menor capacidad ofrecerá hasta 32 kilómetros de autonomía.
El ZipCharge Go aún no está disponible en el mercado, pero la startup planea comenzar las entregas en el cuarto trimestre del próximo año para su compra o para su alquiler.
Los procedimientos para el ZipCharge Go son bastante intuitivos: La unidad debe cargarse en una toma de corriente en el interior, y luego puede llevarse como un equipaje para cargar un vehículo eléctrico a través de un conector estándar, o puede colocarse en el maletero del vehículo y guardarse para más tarde, cuando se necesite.
ZipCharge afirma que el Go de 4 kWh necesita algo más de 30 minutos para proporcionar a un vehículo eléctrico una autonomía de unos 30 kilómetros, y el doble de tiempo para la unidad de 8 kWh.
Así que no se trata de una velocidad de carga extrema, ya que mueve el contenido a una velocidad de 7,2 kW, sino que está pensada para maximizar la portabilidad y la densidad de energía.
La batería de la unidad es de iones de litio, y también cuenta con un inversor bidireccional AC-DC que permite la carga de la unidad a la red, almacenando energía que puede ser utilizada durante las horas punta.
Aunque un cargador portátil no va a sacudir el mercado de los vehículos eléctricos y convencer a las legiones de escépticos, el ZipCharge Go es una parte emblemática de una industria que crece y avanza y que está dando todo tipo de soluciones creativas a las barreras del mercado.
Figura 1. Un cargador del tamaño de una maleta.
Un escenario realista
Un reciente estudio del MIT ha calculado la rapidez con la que tendrá que crecer la flota eléctrica mundial para evitar que la temperatura media global aumente más de 1,5 grados centígrados por encima de los promedios preindustriales, el punto de referencia establecido por el Acuerdo de París para evitar los peores impactos del cambio climático.
Según los cálculos del MIT, en este escenario “el parque mundial de vehículos eléctricos alcanza más de 200 millones de vehículos en 2030, y más de 1.000 millones en 2050, lo que supone dos tercios del parque mundial de vehículos ligeros”.
Sin embargo, en un escenario más realista, “el parque mundial de EVs crecerá probablemente hasta unos 95-105 millones de vehículos en 2030, y 585-823 millones en 2050″.
El comportamiento de los consumidores, sin embargo, es una situación completamente diferente. La gente tiene mucha ansiedad por cambiar a la electricidad.
Por supuesto, el conductor medio sólo necesita una autonomía de 65 kilómetros para sus actividades cotidianas, y el vehículo eléctrico medio ofrece tres veces más con una sola carga. Ahora bien, en los Estados Unidos, donde mucho referentes de la cultura giran en torno a salir a la carretera, parar cada hora para cargar el vehículo no le parece bien a mucha gente.
Los vehículos eléctricos y la infraestructura para vehículos eléctricos mejoran constantemente, y no pasará mucho tiempo antes de que las preocupaciones urgentes y generalizadas, como la ansiedad por la autonomía, sean cosa del pasado. Porque, hay que admitirlo, los vehículos eléctricos son el futuro.
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