Este es el primer avión totalmente eléctrico de Rolls-Royce y ha completado su vuelo inaugural, surcando los cielos del Reino Unido durante unos 15 minutos. El avión de Rolls-Royce es el resultado de un programa denominado ACCEL (Accelerating the Electrification of Flight).
En un comunicado, la empresa dijo que el viaje de la aeronave el miércoles marcó “el comienzo de una intensa fase de pruebas de vuelo” que implicará la recopilación de datos de rendimiento sobre su sistema de energía eléctrica y propulsión.
Según Rolls-Royce, el avión bautizado como “Spirit of Innovation”, utiliza un sistema de propulsión eléctrica de 400 kilovatios “con el paquete de baterías de mayor densidad energética jamás montado para un avión”. Con el tiempo, la empresa quiere que la velocidad del avión supere las 300 millas por hora.
El Spirit of Innovation es el resultado de un programa llamado ACCEL, o Aceleración de la Electrificación del Vuelo.
Figura 1. Sistema de propulsion de 400 kilovatios del “spirit of innovation”
Entre los socios de la iniciativa se encuentran el especialista en motores y controladores eléctricos YASA y Electroflight, que Rolls-Royce describe como una “start-up de la aviación”. YASA es una filial al cien por cien de Mercedes-Benz.
En cuanto al financiamiento, el 50% procede del Instituto de Tecnología Aeroespacial, en colaboración con el Ministerio de Empresa, Energía y Estrategia Industrial del Reino Unido y con Innovate U.K.
En una declaración emitida junto al anuncio de Rolls-Royce, el Secretario de Negocios del Reino Unido, Kwasi Kwarteng, dijo que el vuelo del avión era “un enorme paso adelante en la transición mundial hacia formas de vuelo más limpias”.
De cara al futuro, Rolls-Royce (que no debe confundirse con Rolls-Royce Motor Cars, que es propiedad de BMW) dijo que utilizaría y aplicaría la tecnología de ACCEL en productos relacionados con los mercados de aviones de pasajeros y de despegue y aterrizaje vertical eléctrico.
Junto con el fabricante de aviones Tecnam, Rolls-Royce también está trabajando con la aerolínea noruega Wideroe en la entrega de “un avión de pasajeros totalmente eléctrico para el mercado de cercanías”.
Figura 1. El “spirit of innovation” de Rolls-Royce
La huella medioambiental de la aviación es importante. Según la Agencia Internacional de la Energía, las emisiones de dióxido de carbono de la aviación “han aumentado rápidamente en las dos últimas décadas”, alcanzando casi una gigatonelada métrica en 2019. Esto, señala, equivale a “alrededor del 2,8% de las emisiones mundiales de CO2 procedentes de la combustión de combustibles fósiles.”
Por otra parte, el Fondo Mundial para la Naturaleza describe la aviación como “una de las fuentes de más rápido crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero que impulsan el cambio climático global”. Añade que los viajes en avión son “actualmente la actividad más intensiva en carbono que puede realizar un individuo”.
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