El banco de inversión Goldman Sachs afirma que la transición energética en Europa es una gran oportunidad para los inversores, en ámbitos que van desde el almacenamiento de energía hasta la infraestructura de recarga de las redes de transporte.
Se necesitarán inversiones acumuladas en infraestructuras por valor de 10 billones de euros para 2050 para la transición energética de Europa, alcanzando el equivalente a más del 2% del PIB en 2030, escribieron los analistas de Goldman Sachs en un informe del 20 de julio. Añadieron que reducirá la tasa de dependencia neta de las importaciones de energía de la región del 58% al 15% en 2050.
El banco afirma que se necesitarán inversiones en infraestructuras por valor de 10 billones de dólares para la transición, ya que Europa aspira a alcanzar las emisiones netas cero en 2050.
El impulso hacia formas alternativas de energía para Europa se ha hecho más urgente por la guerra de Ucrania, ya que Rusia amenaza con cortar el suministro de gas a Europa. La Unión Europea recibe alrededor del 40% de su gas natural de Rusia.
Resolviendo el problema del almacenamiento de energía
Según Goldman, el hidrógeno será fundamental en el cambio hacia las energías renovables a largo plazo.
El hidrógeno solucionará la “discrepancia estacional entre la oferta de energía renovable y la demanda de energía y ayudará a la descarbonización de la industria pesada y el transporte”, afirma el banco de inversión.
La infraestructura energética de la UE aún no está suficientemente preparada para hacer frente a la intermitencia de las energías renovables: es difícil almacenar la energía de las renovables para los momentos en que el sol no brilla y el viento no sopla.
La infraestructura energética de la UE no está preparada para gestionar la intermitencia de las energías renovables, que dependen de condiciones meteorológicas favorables.
Al igual que el gas natural, el hidrógeno puede almacenarse bajo tierra. También puede servir para almacenar la energía de fuentes renovables intermitentes, como el sol y el viento. Las empresas de servicios públicos pueden convertir el exceso de electricidad de la energía solar y eólica en hidrógeno, y guardarlo para su uso posterior como alternativa al almacenamiento en baterías.
Los analistas de Goldman señalaron que el consumo de gas natural varía significativamente con la época del año. Y ese “desajuste estacional” hace muy difícil sustituir el gas ruso por energía renovable, dado que los meses con mayor producción de energía solar son también los de menor consumo.
“A medida que se acelera el crecimiento de la energía renovable, la variabilidad intradiaria y estacional debe abordarse mediante soluciones de almacenamiento de energía”, escribieron los analistas de Goldman.
El hidrógeno, así como las baterías a escala de servicios públicos, ayudarán a afrontar ese reto, según el informe.
En conjunto, la infraestructura que rodea a la generación de energía renovable, el almacenamiento de energía y las redes relacionadas representarían una oportunidad de inversión de 6 billones de euros, dijo Goldman. La propia demanda de hidrógeno crearía una oportunidad de 0,74 billones de euros en las cadenas de suministro en Europa.
La transición energética en el transporte por carretera
Goldman afirma que la electrificación será la tecnología clave para la descarbonización del transporte por carretera en Europa, que incluirá los vehículos sedán, los camiones y los vehículos comerciales.
Mientras que los vehículos eléctricos podrían ser la solución de descarbonización más atractiva para el transporte de corta y media distancia, el crecimiento de los vehículos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno se aceleraría notablemente en el transporte más pesado, como los autobuses y las carretillas elevadoras.
Los vehículos eléctricos podrían ser la solución de descarbonización para el transporte de corta y media distancia, el crecimiento de los eléctricos de pila de combustible se aceleraría notablemente en el transporte más pesado.
Goldman Sachs afirma que el transporte por carretera se encuentra en el inicio de su cambio tecnológico más importante en un siglo, con la electrificación, la conducción autónoma y el hidrógeno limpio en el centro del desafío de la descarbonización.
La infraestructura de carga y repostaje, fundamental para la descarbonización del transporte, supondría una oportunidad de inversión de 0,6 billones de euros en Europa, según Goldman. El hidrógeno limpio y otros combustibles derivados del hidrógeno (combustibles sintéticos, amoníaco y metanol) surgirán como importantes fuentes de energía.
“La capacidad de facilitar la evolución energética del transporte prevista, con un rápido aumento de la electrificación y los combustibles alternativos, exige importantes inversiones en infraestructuras, que se estiman en unos 0,6 billones de euros acumulados hasta 2050”, escribió Goldman. “Esto es imperativo para el creciente número de cargadores públicos, pero también privados, así como para las estaciones de recarga de combustibles alternativos”.
Dos activos a tener en cuenta
En otra nota de julio, Goldman mencionó dos valores de energía limpia: Enphase Energy y Sunrun, que desarrollan productos de almacenamiento de energía en baterías y productos de generación solar. Dice que Enphase estará en el punto de mira por las expectativas de un crecimiento muy fuerte en Europa.
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