Las empresas de producción de energía, y de manufactura son elementos fundamentales de nuestra vida diaria, y necesitamos que estas industrias estén en su mejor momento, incluso cuando las circunstancias son abrumadoras. La capacidad de operaciones remotas ó a distancia es un paso importante hacia el logro de esa prioridad.
Resumen General
Todos vivimos un período de rápida transición, aunado a una globalización que ha sido devastada por los efectos de la Pandemia. Para las empresas, esta realidad ha puesto un énfasis renovado en las palabras de moda corporativa que alguna vez se usaron en exceso: “Agilidad ya adaptabilidad al cambio”, y recientemente “Resilencia” (resistencia ante la incertidumbre y cambios continuos).
Las organizaciones de hoy están realizando cambios rápidos y radicales para garantizar la continuidad operativa, adaptarse a las cambiantes demandas de los clientes y maximizar la flexibilidad. Esto se ve más claramente en el cambio repentino hacia una fuerza laboral híbrida que incluye equipos en el sitio, remotos y distribuidos. Increíblemente, lo que comenzó como una respuesta urgente a una pandemia global se ha convertido en la estructura organizativa de facto de muchas empresas.
Por supuesto, como toda transición significativa y ahora mas con la llegada de la era Digital, no está exenta de desafíos. La gran mayoría de las empresas carecen de la infraestructura remota necesaria para mantener la continuidad operativa con una fuerza laboral híbrida, y los riesgos de seguridad cibernética asociados con los empleados externos amenazan con socavar los beneficios del trabajo remoto. Varias de las empresas de tecnología más destacadas del mundo pudieron girar rápidamente sin concesiones. Al comentar sobre su transición a una fuerza laboral híbrida, Twitter señala: “Estábamos en una posición única para responder rápidamente y permitir que la gente trabajara desde casa dado nuestro énfasis en la descentralización y el apoyo a una fuerza laboral distribuida capaz de trabajar desde cualquier lugar”.
Por qué es importante la capacidad de operaciones remotas
Sin duda, el trabajo remoto no es un fenómeno nuevo. Según The New York Times, la práctica ha estado de moda desde mediados de la década de 1980, cuando el “teletrabajo” se convirtió en una tendencia. Como predijo un pronosticador demasiado entusiasta en 1989: “ir al trabajo en la oficina es obsoleto”. Si bien su predicción es un ejercicio de hipérbole, millones de personas han dejado la oficina en las décadas anteriores, marcando el comienzo de una era de creciente flexibilidad en el lugar de trabajo.
Algunas empresas y empleados han prosperado, pero otros han informado resultados decididamente mixtos, caso muy particular de las empresas de los sectores: Energía y Manufactura. Por ejemplo, las principales empresas, incluida IBM, comenzaron a reducir el trabajo remoto en la última década citando preocupaciones sobre la productividad, la lealtad y la ciberseguridad de los empleados.
Existe una gran variedad de razones por las cuales es necesario conectar con equipos remotos, incluyendo la distancia y el tiempo. Mientras no es para todos, conectar mediante canales electrónicos es una opción para resolver problemas de distancia. La tecnología de colaboración remota, aunado a conceptos viejos pero ahora ganan mayor vigencia, como es el caso de las comunidades de conocimiento o expertos en línea, podrían ser la herramientas para conectarse con el resto del mundo, y maximizar la agregación de valor y rendimiento empresarial.
¿Trabaja con personas que están lejos? ¿Del otro lado del estado, del país o, incluso, del mundo?
En la era moderna de la globalización, las corporaciones multinacionales son algo común y, como resultado, la colaboración remota adquirió importancia. En muchos casos, las oficinas corporativas están ubicadas en al menos dos continentes. Incluso a nivel nacional, es común que existan varias sucursales en distintas regiones del mismo país.
Sin embargo, en un entorno posterior a COVID-19, está claro que el trabajo remoto está resurgiendo y, para muchos, representa un componente destacado del futuro del trabajo. Más de la mitad de los ejecutivos corporativos y las pequeñas y medianas empresas planean incorporar el trabajo remoto después de que la pandemia finalmente desaparezca. En consecuencia, según una investigación de Gartner, el 82% de los líderes empresariales planean adoptar una fuerza laboral híbrida en el futuro. Sin embargo, una fuerza laboral híbrida a largo plazo necesita más que solo acceso a Zoom y Slack para ser efectiva.
En otras palabras, las empresas deben ir más allá de las herramientas de comunicación y colaboración, en lugar de centrar su atención en capacitar a los trabajadores para conectarse e interactuar con la infraestructura física avanzada y los sistemas digitales desde cualquier lugar.
Para los sectores de energía y manufactura, esta transición es especialmente importante. La caída de la demanda de los consumidores, el aumento de los conflictos internacionales y una letanía de otros factores significan que las industrias se verán obligadas a hacer más con menos en los meses y años venideros. Así es como ayudará la capacidad de operaciones remotas.
A continuación un resumen de todo esto.
1. Los empleados quieren flexibilidad en el lugar de trabajo.
En general, la flexibilidad en el lugar de trabajo es una prioridad para los empleados. Una encuesta de Gallup de mayo de 2020 encontró que más del 50% de los empleados quieren seguir trabajando de forma remota después de la pandemia. En el sector de la energía, este número es aún mayor. Una encuesta de la industria realizada por la Universidad de Houston encontró que el 70% de los encuestados desea continuar trabajando de forma remota. Es más, una quinta parte de los trabajadores de la energía encuestados preferiría tomar un permiso no remunerado que regresar a las oficinas en el lugar durante la pandemia. En 2019, casi la mitad de los profesionales del petróleo y el gas estaban preocupados por una “emergencia de talento”, ya que el sector ha tenido problemas para reclutar y retener a los mejores talentos. La industria ya cuenta con una de las tasas de rotación más altas, y una fuerza laboral que envejece está dejando una escasez de habilidades que solo exacerbará los problemas existentes.
El sector de la energía, incluidos los operadores de plantas de energía y otros profesionales de la industria en general, está restringido a trabajar en salas de control con sistemas que incluyen interfaces hombre-máquina (HMI) a los que solo se puede acceder de forma remota mediante soluciones provisionales improvisadas sin emplear controles de ciberseguridad y análisis forense operativos adecuados.
Para cerrar la brecha entre las ambiciones de trabajo remoto y las realidades operativas, los productores de energía deben desarrollar la capacidad de operaciones remotas que les permita a los empleados trabajar de manera segura y efectiva en cualquier cosa desde cualquier lugar. Sin embargo, una fuerza laboral híbrida a largo plazo necesita más que solo acceso a Zoom y Slack para ser efectiva. En otras palabras, las empresas deben ir más allá de las herramientas de comunicación y colaboración, en lugar de centrar su atención en capacitar a los trabajadores para conectarse e interactuar con la infraestructura física avanzada y los sistemas digitales desde cualquier lugar.
Para los sectores de energía y manufactura, esta transición es especialmente importante.
La caída de la demanda de los consumidores, el aumento de los conflictos internacionales y una letanía de otros factores significan que las industrias se verán obligadas a hacer más con menos en los meses y años venideros. Así es como ayudará la capacidad de operaciones remotas.
2. La continuidad operativa exige adaptabilidad.
La pandemia es un recordatorio sorprendente de que las realidades operativas pueden cambiar rápidamente. En otras palabras, si bien la pandemia es excepcionalmente devastadora, no es particularmente sorprendente, y las empresas deben desarrollar la capacidad para permanecer operativas, independientemente de las circunstancias.
Muchos expertos esperan que los casos de COVID-19 continúen aumentando y disminuyendo en el futuro previsible, lo que representa una amenaza inmediata para la continuidad operativa si las empresas necesitan limitar el personal en el sitio o cerrar sus instalaciones físicas por completo.
Al capacitar a los equipos para que trabajen desde cualquier ubicación y bajo cualquier circunstancia, los sectores de energía y fabricación pueden garantizar que estén en la mejor posición para brindar servicios críticos, independientemente de la situación en el terreno.
3. La rentabilidad, ROI (return on investment) y CAPEX(Capital Expenditure)/OPEX (Operational expenditures) a largo plazo requieren soluciones más eficiente
El mantenimiento y la optimización de la infraestructura en general, tanto en empresas de Energía y Manufactura a menudo requieren que los equipos en el sitio evalúen los problemas y brinden soluciones a las instalaciones físicas en todo el mundo. Estas reuniones del personal en sitio, no solo son un anatema durante una pandemia, sino que también son increíblemente costosas, ya que implican quizás de la intervención de empresas de servicios o especializadas, o el pago de horas extras al personal propio, entre otros. En cambio, los productores de energía pueden aumentar la eficiencia al combinar las tecnologías emergentes, como es el caso del Internet de las Cosas (IoT) con la capacidad de operaciones remotas, lo que permite a los trabajadores remotos evaluar sistemas, implementar soluciones y colaborar con equipos críticos de la planta.
Por ejemplo, los usuarios remotos pueden:
- Monitorear integralmente y en tiempo real operaciones en general
- Diagnosticar, prevenir, y solucionar problemas y gestión inteligente alarmas ó eventos en general
- Instruir, guiar y enviar solo al personal necesario para que vaya al sitio
- Operar, iniciar y apagar la infraestructura física de una forma segura y confiable
De esta forma, la capacidad de operaciones remotas y las ganancias de eficiencia a largo plazo están indisolublemente vinculadas, y entrelazadas hacia una mejora integral de nuestros procesos. Por ejemplo, las empresas pueden reducir los gastos generales al requerir menos espacio en el sitio para acomodar a los equipos, y pueden evitar inversiones en espacio ampliado para tener en cuenta las nuevas pautas de distanciamiento social.
En cambio, el espacio en el sitio se puede maximizar para personal específico mientras se capacita a las personas para que trabajen desde cualquier parte del mundo. En conjunto, la industria de la energía se encuentra en la cúspide de una transformación digital significativa.
4. Cómo hacer una transición segura y exitosa
Antes de la pandemia, el tema de la ciberseguridad era una de las principales preocupaciones de la industria energética. Varios productores de energía y servicios públicos ya se han visto afectados por ataques de “ransomware” este año, y la pandemia de COVID-19 solo ha aumentado otras amenazas de ciberseguridad. En el camino, las empresas lucharán contra un panorama de amenazas cada vez más progresivo dirigido específicamente a los trabajadores remotos. Por ejemplo, las estafas de “pichinga” han aumentado en un 350% desde que comenzaron las cuarentenas de COVID-19 en marzo.
Los trabajadores aislados son más propensos a caer en estas estafas que los empleados en el sitio, y cada mensaje malicioso amenaza con proporcionar a los malos actores acceso directo a las cuentas de infraestructura. Al mismo tiempo, los ataques cibernéticos de fuerza bruta y otros relacionados con la infraestructura han aumentado en un 400% desde que comenzó la pandemia, y cada punto de acceso representa una vulnerabilidad potencial para que la exploten los malos actores. Como resultado, los asesores de riesgos de Deloitte creen que este entorno producirá “más computadoras personales y teléfonos infectados”. A medida que el costo promedio de un incidente de ciberseguridad se acerca a los $ 4 millones, se ha convertido en un problema fundamental para todas las empresas a medida que realizan la transición a una fuerza laboral híbrida. Es por eso que más del 70% de las empresas planean aumentar sus presupuestos de ciberseguridad incluso cuando enfrentan una caída de ingresos.
Para empeorar las cosas, muchas de las herramientas de ciberseguridad, como los cortafuegos y las redes privadas virtuales (VPN), no son lo suficientemente seguras por sí solas para proteger la infraestructura crítica. Por lo tanto, la industria debería buscar una plataforma de ciberseguridad robusta y de confianza, que gestione las conexiones entre los trabajadores remotos y los elementos en el sitio.
Además, deben estar preparados para implementar
- Autenticación multifactorial. Con mucha información estratégica y del día a día, comprometidas y disponibles en línea, proteger el acceso a la cuenta es más importante que nunca. Especialmente con la capacidad de operaciones remotas, que conecta a los trabajadores externos con la infraestructura física, esta seguridad es primordial.
- Protocolos de aislamiento. Una puerta de enlace intermedia mantiene los protocolos encriptados y aislados en el segmento de la red. Hoy en día tecnologías como “block chaina” (Hash), surgen como buenas alternativas, hacia este mundo interconectado.
- Transferencia segura de archivos mediada. Dotar de herramientas con ciberseguridad a los empleados, para que colaboren de forma segura con sus compañeros de trabajo, y distribuyan material digital se convierte en necesidades fundamentales para el éxito a mediano y largo plazo.
- Registro y registro completo de usuarios. Incluso los iniciados de confianza necesitan un nivel de responsabilidad y supervisión. Esta función garantiza que las empresas puedan supervisar la actividad del trabajo remoto, lo que garantiza que los empleados externos sean productivos, eficientes y seguros.
- Estandarización lista para cumplimiento. La privacidad de los datos y las regulaciones específicas de la industria exigen cada vez más a las empresas que proporcionen documentación de cumplimiento completa, especialmente en lo que se refiere a la actividad digital.
Con la estandarización lista para el cumplimiento, las empresas están preparadas para cumplir con sus especificaciones únicas. La mejora de la destreza tecnológica no puede hacerse a expensas de la ciberseguridad, ya que cualquier falla en este sentido socavará los beneficios del progreso. La mayoría de las empresas tienen recursos muy limitados dependiendo de su tamaño para abordar integralmente este problema, lo que aumenta el ímpetu para obtener el máximo beneficio del dinero invertido.
Por lo tanto, las inversiones en la capacidad de operaciones remotas, deben maximizar la funcionalidad de la ciberseguridad como un componente central de cualquier iniciativa en el futuro Post-pandemia.
Conclusión
La capacidad de operaciones remotas en las empresas de los sectores de “Energía y Manufactura” se han convertido paso importante hacia el logro de esa prioridad. Permite a las empresas de hoy adaptarse a un panorama cada vez más tumultuoso que incluye una fuerza laboral cambiante, un entorno operativo cambiante y una realidad económica desafiante.
De ahora en adelante, el futuro del trabajo será descentralizado, trayendo de vuelta comunidades de conocimiento y expertos en línea, trasladando el trabajo desde el la fabrica ó planta, oficinas al hogar, soportado por una infraestructura de seguridad robusta y confiable, convirtiéndose es una excelente noticia para las empresas que pueden atender a una fuerza laboral dinámica sin perder otros elementos comerciales. No es una solución simple que curará todos los problemas de la industria, pero será un componente crítico de los esfuerzos de modernización que puede mantener a las empresas de energía como las necesitamos: eficientes, seguras y productivas.
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