La tecnología de iones de litio, está impulsando ahora revoluciones, tanto en el transporte como en el suministro de energía en todo el mundo.
Un nuevo artículo publicado por Arumugam Manthiram de la Universidad de Texas en Austin, examina el desarrollo de la tecnología, desde los descubrimientos iniciales realizados en la década de 1970 hasta las consideraciones de los investigadores actuales que trabajan en las baterías del futuro.
Desde que los científicos mostraron al mundo la primera batería recargable de iones de litio en 1976, la tecnología ha demostrado su potencial de cambio mundial en la industria electrónica. Pero, incluso, cuando las aplicaciones en los vehículos eléctricos y el almacenamiento estacionario registran un crecimiento masivo, la tecnología tiene problemas que superar y los científicos de todo el mundo trabajan arduamente para integrar nuevos materiales y sacar más rendimiento a las baterías que todavía se basan en los conceptos ilustrados por los científicos hace casi medio siglo.
Mirar hacia atrás, estos desarrollos puede ser valioso para ver la dirección que tomen las futuras investigaciones. El costo y la sostenibilidad se están volviendo críticos, a medida que se avanza en el despliegue a gran escala de las baterías de iones de litio. Además, existe un apetito por aumentar la densidad de energía más allá del nivel actual para mantenerse al día con los avances en los dispositivos electrónicos portátiles y mejorar la autonomía de conducción de los vehículos eléctricos.
A pesar del interés y de los esfuerzos de muchos países para seguir liderando este comercio, las expectativas se han visto mermadas por inconvenientes que atraviesan los líderes del sector. Este artículo trata de centrar los problemas encontrados y las estrategias aplicadas que quizás solventen la situación.
Minería de litio: problemas que enfrenta el sector
Muchas industrias han detectado problemas con este mineral, por ello han tomado medidas que se esperan funcionen para no impactar la producción de baterías de iones de litio, esenciales para los vehículos eléctricos. A continuación, se observan los inconvenientes que alguna de ellas han afrontado:
- Tianqi: entre las medidas para reducir la deuda, se dice que Tianqi está explorando una venta parcial de su participación en la mina Greenbushes en Australia Occidental, la operación de litio de roca dura más grande del mundo, según el Australian Financial Review. La medida sería un revés para el minero, que pasó de ser una empresa provincial a unirse a los mayores productores mundiales de litio en menos de una década. Tianqi invirtió fuertemente en los últimos dos años en un ambicioso plan de expansión global destinado a asegurar su liderazgo en el mercado del litio, colocando a China en una posición dominante justo cuando las ventas de vehículos eléctricos (EV) despegaron. Un colapso en el precio del metal utilizado en las baterías que alimentan los vehículos eléctricos y los dispositivos electrónicos de alta tecnología ha frustrado sus planes y los de sus rivales.
- Albemarle (NYSE: ALB): el productor de litio número uno del mundo, pospuso el año pasado planes para agregar aproximadamente 125.000 toneladas de capacidad de procesamiento. También revisó un acuerdo para comprar la mina de litio Wodgina de los Recursos Minerales de Australia (ASX: MIN) y dijo que retrasaría la construcción de 75.000 toneladas de capacidad de procesamiento en Kemerton, también en Australia.
- Sociedad Química y Minera de Chile (SQM): el segundo mayor productor mundial del metal, ha mostrado signos de angustia, retrasando una expansión clave en sus operaciones de salinas de Atacama desde fines de 2020 hasta fines de 2021.
- Nemaska Lithium (TSX: NMX): la minera de litio canadiense, respaldada por SoftBank de Japón, se declaró en quiebra en diciembre.
El principal factor detrás de la caída de los precios ha sido la avalancha de nuevos suministros que golpeó al sector durante el año pasado, provocado principalmente por las expansiones de minas y un recorte en los subsidios gubernamentales para los compradores en China, el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo.
Conclusión – ¿Un camino incierto?
Hay una gran cantidad de tecnologías que podrían finalmente probar su valor. Las baterías de iones de litio mantendrán su posición de liderazgo para el almacenamiento de energía. En el futuro, las baterías de litio-azufre podrían aumentar aún más la densidad de energía con una reducción de los costes. Las de iones de sodio pueden mejorar la sostenibilidad. En última instancia, las baterías de estado sólido podrían ofrecer un mayor aumento de la densidad de energía con mayor seguridad.
Muchos avances tecnológicos que pudieran dar una salida al almacenamiento y que el mundo tenga para escoger lo más conveniente. Lamentablemente, la crisis del coronavirus evaporó la ilusión. Los proyectos están en suspenso, además, es impredecible tener un plan para ejecutar, porque no se sabe a ciencia cierta el cambio que esta crisis provocará.
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