Según un nuevo informe, se espera que en 2030 haya más de 20 GW de capacidad no hidroeléctrica en Taiwán, impulsada por las instalaciones solares y la energía eólica marina.
Aunque recibió una fuerte sacudida a principios del año pasado, la velocidad de la transición a la energía solar y eólica en Taiwán podría contribuir a aliviar la pérdida de centrales de carbón, según un nuevo informe del analista de mercados Fitch Solutions.
El informe predice que la generación de electricidad a partir del carbón en el mix energético de Taiwan se reducirá de un 44% en 2020 a un 37,3% en 2030, pero seguirá siendo una fuente de generación clave. Al mismo tiempo, el país podría albergar cerca de 60 GW de capacidad instalada de energías renovables no hidroeléctricas para finales de 2030.
De acuerdo con el informe, Taiwán tendrá 20,4 GW adicionales de capacidad combinada de energías renovables no hidroeléctricas en la próxima década. Esto, según los analistas, estaría “impulsado principalmente por la energía solar y la eólica marina”.
Fitch afirma que la interrupción de la cadena de suministro del año pasado “disminuirá a largo plazo” debido al continuo interés de los inversores en el sector de las energías renovables en la mayoría de los mercados.
Un informe publicado por BloombergNEF a principios de este mes reveló que las iniciativas de energía limpia atrajeron algo más de 500.000 millones de dólares el año pasado, de los cuales la mayoría (303.500 millones) se destinaron a la capacidad de energía renovable, a pesar del impacto global de la COVID-19.
Aunque se trata de un mercado incipiente dentro de Asia, las iniciativas taiwanesas en materia de energías limpias recibieron 6.000 millones de dólares de inversión en iniciativas de transición energética, dijo un portavoz a PV Tech. Aproximadamente 2.300 millones de dólares se destinaron a capacidad solar.
Además, los analistas de Fitch esperan que continúe el abandono de la energía nuclear en Taiwan, a pesar de algunos llamados para que se reinicien los proyectos de las plantas. En agosto de este año se celebrará un referéndum sobre el proyecto de la central nuclear de Lungmen, que está inactiva, pero el informe afirma que no entraría en funcionamiento hasta al menos 2030, incluso si se diera luz verde a la reanudación de su construcción.
Se espera que otras cuatro centrales nucleares se cierren antes de 2024, sumando un total de 2.921MW de capacidad nuclear retirada de la red. No obstante, el informe sugiere que las instalaciones de energías renovables no hidráulicas podrían compensar sustancialmente la pérdida de nucleares y carbón.
“La presidenta Tsai Ing-wen ha anunciado su nuevo objetivo de convertir a Taiwán en un centro regional de energías renovables y en un actor global en el ámbito de las energías renovables”, señala el informe, que añade que se están elaborando marcos jurídicos más sólidos y procedimientos y mecanismos de inversión más sencillos para las energías renovables.
“El fuerte apoyo gubernamental ya se ha traducido en un gran interés de los inversores y la cartera de proyectos se ha reforzado en consecuencia, especialmente en el caso de la energía eólica marina, lo que respalda nuestras previsiones alcistas de crecimiento de la capacidad para la próxima década”.
Noticia tomada de: IEEFA / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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