A medida que los gobiernos y las empresas se comprometan a ser neutrales en cuanto a las emisiones de carbono en las próximas décadas, necesitaremos más energía solar y eólica, pero también tendremos que almacenar esa energía para poder utilizarla cuando no brille el sol ni sople el viento.
En el futuro, generaremos casi toda nuestra electricidad a partir de fuentes de energía solar y eólica sin emisiones de carbono, y almacenaremos esa electricidad cerca de la fuente, en las proximidades de las industrias y las comunidades que la utilizan y en todos los puntos intermedios. Esa energía limpia alimentará nuestros hogares, empresas, coches y, algún día, nuestros aviones, lo que significa que necesitaremos más producción renovable y capacidad de almacenamiento.
¿Por qué necesitamos el almacenamiento de energía?
El almacenamiento de energía hace que la electricidad procedente de fuentes renovables sea fiable y esté disponible bajo demanda. Los aerogeneradores no generan energía cuando no hay viento. Las células solares producen mucha electricidad sin emisiones de carbono durante el día, cuando el sol está en su punto máximo, pero a menos que esos kilovatios se almacenen en una batería u otro sistema, no hay forma de utilizarlos cuando oscurece.
En lugares como California, donde abundan los días soleados y la capacidad solar instalada crece con rapidez, el uso de la energía neta alcanza su punto máximo por la mañana, antes de que los rayos del sol lleguen a los paneles. A continuación, desciende durante toda la tarde a medida que la energía solar limpia fluye hacia la red eléctrica y vuelve a alcanzar su punto máximo a primera hora de la tarde, cuando el cielo se oscurece. Este patrón, a menudo llamado curva del pato, es cada vez más severo.
Muchas empresas industriales y comerciales están instalando sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS, por sus siglas en inglés) cerca de sus instalaciones para reducir su huella de carbono y proporcionar fuentes de energía de emergencia. Un sistema de almacenamiento de energía en baterías también puede ayudar a reducir las facturas de electricidad, al cargarse cuando la energía es más limpia y más barata de generar y al recurrir al suministro almacenado durante los picos de demanda, cuando es más sucia y más cara.
“Las baterías BESS funcionan como reservas operativas que trabajan constantemente para gestionar las fluctuaciones de frecuencia en la red, cargándose durante las horas de menor consumo y descargándose cuando la demanda de energía y los costes de la misma aumentan”, afirma Ebru Arslan, director global de desarrollo de negocio de Honeywell para energías renovables y almacenamiento de energía.
Algunos de los sistemas de almacenamiento de energía en baterías más eficientes y totalmente independientes que se construyen hoy en día están diseñados para caber dentro de contenedores de transporte para clientes comerciales y empresas de servicios públicos. Los contenedores albergan sistemas de seguridad y protección, así como software de refrigeración y funcionamiento, maximizando las inversiones en energías renovables.
El software puede ayudar a los clientes a decidir cuándo cargar sus baterías y cuándo vender energía a la red. Por ejemplo, con los datos meteorológicos y de precios de la energía en directo de la aplicación Honeywell Virtual Power Plant, las operaciones industriales y comerciales pueden reducir los costes y orientar el uso eficiente de la energía renovable.
¿Cómo pueden los sistemas de almacenamiento de energía hacer que la red sea más resistente?
Delante del contador, las empresas de servicios públicos utilizan el almacenamiento de energía para aliviar la congestión no sólo en sus plantas de generación, sino también en la envejecida infraestructura de la red. Las energías renovables, los vehículos eléctricos y los edificios energéticamente eficientes plantean exigencias muy complejas a unas redes que no se construyeron para tantos recursos. Al utilizar el almacenamiento de energía, las empresas de servicios públicos pueden equilibrar las cargas de la red y prolongar la vida de sus infraestructuras mientras se actualizan para un futuro de energía distribuida.
Otro punto clave: Las microrredes, ya sea para instalaciones individuales o para comunidades enteras que están cambiando a fuentes renovables, también están empleando el almacenamiento de energía para garantizar una energía fiable. El sistema de control de energía Experion de Honeywell trabaja con el almacenamiento de energía para evitar que el uso de la energía abrume a las microrredes y para garantizar que nunca pierdan energía.
¿Cómo impulsarán las baterías de mayor duración la energía renovable?
Para que los sistemas de almacenamiento de energía en baterías sean aún más eficientes, Honeywell es pionera en una nueva tecnología de baterías de flujo que puede almacenar y descargar la electricidad incluso por más tiempo que las baterías de iones de litio que se utilizan habitualmente.
La tecnología de las baterías de flujo utiliza un electrolito seguro y no inflamable para almacenar y descargar la electricidad hasta 12 horas; las baterías de iones de litio sólo pueden descargarse durante cuatro horas. Diseñadas con componentes reciclables, las baterías de flujo no se degradan con el tiempo. Duran más que las baterías que se utilizan hoy en día, proporcionando energía rentable y fiable hasta 20 años.
Los sistemas de almacenamiento de energía mediante baterías son fundamentales para nuestra transición hacia un futuro sostenible y renovable. Conozca más sobre lo que viene en materia de almacenamiento de energía y la tecnología que ya se utiliza hoy en día.
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