Según la publicación anticipada del Informe Anual sobre Generadores Eléctricos de la EIA, la capacidad de almacenamiento en baterías a escala de servicios públicos se triplicó con creces en Estados Unidos durante 2021, pasando de 1,4 gigavatios (GW) a finales de 2020 a 4,6 GW.
Se preguntó a los encuestados cómo utilizan las baterías, y los encuestados podían citar más de una aplicación para un sistema. Aunque los sistemas de baterías tienen varias aplicaciones comunes, cada vez se utilizan más sistemas para almacenar electricidad cuando los precios son bajos y descargarla cuando los precios son altos, una estrategia conocida como arbitraje de precios.
Durante 2021, el 59% de los 4,6 GW de capacidad de baterías a escala de servicios públicos de Estados Unidos se utilizó para el arbitraje de precios, frente al 17% en 2019.
En ciertos mercados, el arbitraje de precios es más común que en otros. Por ejemplo, más del 80% de la capacidad de baterías añadida en 2021 en el territorio de servicio del Operador del Sistema Independiente de California se utilizó para el arbitraje de precios.
Las baterías también ayudan a mantener la fiabilidad de la red. Por ejemplo, las baterías utilizadas para regular la frecuencia -que sigue siendo la aplicación más común de las baterías en Estados Unidos- ayudan a mantener la frecuencia de la red de 60 ciclos por segundo. Las desviaciones de esa frecuencia pueden provocar subidas de tensión u otros tipos de inestabilidad en la red. Las baterías son muy adecuadas para la regulación de la frecuencia porque no requieren ningún tiempo de arranque y pueden absorber rápidamente las subidas de tensión.
Del mismo modo, las baterías que ayudan a la generación de rampa y proporcionan una reserva giratoria pueden equilibrar la oferta y la demanda de electricidad durante períodos que van desde unos pocos segundos hasta unas pocas horas, en función de los requisitos de la demanda de electricidad cambiante y los cortes de los generadores.
Las baterías también pueden contrarrestar el exceso de generación eólica y solar en algunos mercados.
Para ello, las baterías absorben el exceso de generación solar o eólica cuando la demanda es baja y lo descargan después cuando la demanda es alta. En Estados Unidos, el almacenamiento en baterías suele combinarse con fuentes renovables; más del 93% de la capacidad de las baterías que entró en funcionamiento en 2021 se ubicó junto a centrales solares.
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