Las empresas de petróleo y gas se atreverán en 2022. La formidable generación de flujo de caja, el aumento de las nuevas oportunidades energéticas y el desarrollo de un mercado del carbono son una poderosa fuerza de cambio. ¿Se avecina un año verdaderamente transformador?
Lo que está claro es que quedarse al margen de la descarbonización no es una opción. A medida que se intensifica la presión de las partes interesadas, es el momento de tomar grandes decisiones estratégicas. Esas decisiones marcarán la trayectoria de la transición energética, que no hará más que cobrar impulso. Se esperan 12 meses llenos de acción.
Los analistas corporativos de Wood Mackenzie han escogido los cinco temas principales a los que habrá que prestar atención en el sector corporativo del petróleo y el gas en 2022. Siga leyendo para obtener una introducción.
1. El efecto bola de nieve de las partes interesadas
Las grandes empresas que cotizan en bolsa se preparan para afrontar más retos regulatorios, legales y de inversión. La red interconectada de partes interesadas crea un efecto amplificador: las partes interesadas tienen partes interesadas, y todos están sometidos a una presión creciente para descarbonizar. El relativo éxito de la COP26 añade una mayor urgencia para actuar sobre el carbono.
¿Cómo responderán las grandes empresas, las independientes y las CPN a esta presión? ¿Cuáles son las implicaciones para los rezagados de la descarbonización? ¿Y cuáles son los comodines que podrían forzar un cambio radical? Lea nuestra opinión en el informe completo.
2. Cómo gastar las ganancias inesperadas
Las empresas con mucho dinero en efectivo pueden hacerlo todo en 2022 si los precios actuales se mantienen: aumentar la resistencia del balance, invertir para un modesto crecimiento en las fases iniciales, aumentar el gasto en bajas emisiones de carbono y devolver el capital a los accionistas.
Aumentar las distribuciones a los accionistas al tiempo que se reposiciona el negocio para la transición energética será clave para reconstruir la historia de la inversión.
3. Más allá de la eólica y la solar
Las empresas petroleras y de gas invertirán en bajas emisiones de carbono a niveles récord. La eólica y la solar seguirán acaparando la mayor parte del capital. Pero en el próximo año, esperamos que la narrativa estratégica se amplíe a medida que el CCUS y el hidrógeno lleguen a la corriente principal.
¿Quiénes serán los primeros en dar el salto a la CAC y al hidrógeno por parte de las empresas petroleras y de gas? ¿Cuáles son los principales campos de batalla? ¿Y cuál es el potencial de las asociaciones intersectoriales?.
4. Cambio en las prioridades del legado: cosechar, descarbonizar, reimaginar
Más empresas aprovecharán la oportunidad de preparar sus carteras de petróleo y gas para el futuro. Incluso las empresas dedicadas exclusivamente al petróleo y al gas tendrán que adaptar sus aspiraciones de crecimiento a la creciente presión de las partes interesadas para que se adapten a París.
La reducción de emisiones y el reposicionamiento de la cartera dominarán la agenda estratégica.
5. Fusiones y adquisiciones: esperar lo inesperado
Los elevados precios de las materias primas, la mejora de las valoraciones de las acciones y la solidez de los balances se traducen en más operaciones. Si añadimos la presión para adaptar las carteras a la transición energética, el año 2022 tiene todos los ingredientes para unas fusiones y adquisiciones llenas de acción.
¿Dónde estará el epicentro de la consolidación empresarial? ¿Regresarán las operaciones de activos en efectivo?
Más información en: Wood Mackenzie / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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