El reciente análisis de BloombergNEF destaca que, en unos 5 años la compra de vehículos eléctricos debería ser, en promedio y sin subvenciones, más barata que la de los vehículos de combustión.
En el informe que fue encargado por Transport & Environment, BNEF evalúan diferentes elementos, a continuación, se destacan algunos de ellos.
En primer lugar, BNEF resalta el tema de la paridad de precios de los vehículos eléctricos (electric vehicles, EV), que se refiere al punto en el que un fabricante de automóviles puede teóricamente construir y vender un EV con el mismo margen que un vehículo de combustión comparable, suponiendo que no haya subvenciones.
En la práctica, las estrategias de precios de los vehículos varían según el fabricante. El mes pasado, Ford anunció que su F-150 Lightning eléctrico empezaría a tener un precio similar al del F-150 tradicional en Estados Unidos, aunque el coste de fabricación sea probablemente mayor.
También hay muchas políticas gubernamentales y subvenciones que afectan al mercado en este momento. En mercados como el noruego, por ejemplo, los vehículos eléctricos ya son más baratos de entrada gracias a una fiscalidad favorable.
Para su análisis, BNEF examinó todos los componentes de un vehículo y evaluó los que se verían afectados por el cambio a los vehículos eléctricos.
Están los componentes obvios, como el tren motriz, pero también hay otros menos obvios, como el cableado (que puede ser más barato en un EV) y el sistema de calefacción y ventilación (probablemente más caro en el EV por la falta de producción térmica del motor).
Uno de los resultados más interesantes del análisis es que los precios de las baterías tienen que llegar muy por debajo de los US$ 100 por kilovatio hora (kWh) para que los vehículos eléctricos alcancen la paridad.
Pero, dadas las preferencias de los consumidores por las gamas más altas y los vehículos más pesados, la cifra mágica parece más cercana a los US$ 80 /kWh en Europa y Estados Unidos, e incluso más baja en otros mercados con vehículos más baratos.
Dando un paso más, US$ 60 /kWh es un buen punto de referencia para cuando los EV sean más baratos que los vehículos de combustión en todos los segmentos y países.
BNEF prevé que los precios de las baterías alcancen los US$ 80/kWh en 2026 y los US$ 60 /kWh en 2029, frente a los US$ 137 /kWh de 2020.
Otra conclusión interesante es la importancia de que los fabricantes de automóviles cambien a arquitecturas de vehículos eléctricos específicas para sus próximos modelos. Muchos de los vehículos eléctricos disponibles en la actualidad siguen basándose en plataformas modificadas o multienergéticas, en las que el fabricante ha reutilizado una plataforma ya existente para que pueda albergar variantes eléctricas.
Figura 1. Costos directos de fabricación de vehículos a gasolina y eléctricos.
Este enfoque actual ofrece ventajas en cuanto a la capacidad de responder rápidamente a los cambios en la demanda entre los motores de combustión tradicionales, los híbridos enchufables y los vehículos eléctricos puros, y a la posibilidad de beneficiarse de las economías de escala entre ellos. Pero tiene todo tipo de compromisos que añaden costos y hacen más compleja la fabricación.
El análisis del BNEF muestra que los vehículos eléctricos construidos sobre estas plataformas multienergéticas nunca alcanzan la paridad.
El análisis también flexibilizó varias sensibilidades, como el aumento de la autonomía de conducción requerida en un 50%, el uso de precios más altos de los materiales de las baterías, el cambio de las hipótesis de eficiencia de los vehículos y otros factores.
Incluso aumentando estos factores, los EV siguen alcanzando la paridad de precios en casi todas las combinaciones para 2028 en el caso más pesimista, y para 2025 en el escenario más optimista. Eso es sólo un ciclo de producto, y algunos fabricantes de automóviles llegarán antes que otros.
Esto no significa que la adopción de los vehículos eléctricos vaya a ser del 100% justo después de alcanzar la paridad de precios. El análisis utilizó los precios medios de los vehículos, pero cada segmento de vehículos tiene una amplia gama de modelos diferentes dentro de él, algunos de los cuales tienen un precio muy inferior a la media.
En los segmentos de vehículos más pequeños, los vehículos de combustión interna de bajo costo y prestaciones reducidas podrían ser difíciles de superar en precio durante algún tiempo.
En Europa, esto puede ser un punto discutible, ya que la normativa probablemente hará poco atractivo para los fabricantes de automóviles vender cualquier cosa que no sea enchufable para 2030.
Pero en otras regiones del mundo, sobre todo en las economías emergentes, donde la capacidad de conceder subvenciones es limitada, la paridad de precios sigue siendo un punto importante a tener en cuenta para la adopción de los vehículos eléctricos.
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