Turquía ha descubierto nuevos yacimientos de gas natural en el Mar Negro, según personas familiarizadas con el asunto, y es probable que haga un anuncio en breve.
Los datos iniciales del pozo Amasra-1 en alta mar muestran una cantidad significativa de gas descubierto recientemente, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas al discutir información confidencial. Los exploradores turcos encontraron el año pasado 405.000 millones de metros cúbicos de gas en el cercano pozo Tuna-1, el mayor descubrimiento de la historia en el Mar Negro, y dijeron entonces que la producción podría comenzar en 2023.
Las autoridades no han facilitado ninguna auditoría independiente sobre el gas total y recuperable en ninguno de los dos hallazgos del llamado campo de Sakarya. Las autoridades han afirmado que la compañía petrolera estatal Tpao tiene previsto explotar los yacimientos por su cuenta y no necesitará financiación extranjera.
El Ministerio de Energía declinó hacer comentarios sobre el descubrimiento de Amasra. Pero el presidente Recep Tayyip Erdogan lo insinuó durante una entrevista televisada a principios de esta semana, prometiendo dar “buenas noticias” el viernes desde la costa del Mar Negro.
Erdogan ha presentado los recientes descubrimientos energéticos como una solución a algunas de las vulnerabilidades económicas de Turquía a largo plazo, incluida su factura de importación de energía que debe pagarse en moneda extranjera.
Los anuncios anteriores sobre los yacimientos de gas del Mar Negro impulsaron los activos turcos, desde los bonos hasta las acciones. Erdogan y su gobierno están luchando contra una caída de la popularidad después de que el desempleo aumentara durante los bloqueos de la pandemia.
Dificultades en el Mediterráneo
En los últimos años, Turquía ha intensificado la exploración de petróleo y gas frente a sus costas. Sus actividades en el Mediterráneo oriental han provocado enfrentamientos con Grecia y Chipre, países miembros de la Unión Europea.
Se espera que el yacimiento de Sakarya proporcione hasta el 30% del gas que necesita la economía turca, de 730.000 millones de dólares, cuando se alcance la máxima producción, prevista para 2025.
Ankara importa actualmente casi todos los 50.000 millones de metros cúbicos de gas que consume anualmente. Las autoridades esperan que la producción nacional aumente la demanda de gas en un 60%, hasta 80.000 millones de metros cúbicos al año en 2030.
También se espera que los descubrimientos permitan a Turquía importar gas más barato y recortar la factura energética media anual de unos 44.000 millones de dólares.
Los contratos a largo plazo con la rusa Gazprom PJSC, la azerbaiyana Socar y los productores nigerianos de gas natural licuado por unos 16.000 millones de metros cúbicos de suministro anual expirarán pronto.
Noticia tomada de: World Oil / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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