Una vez Saudi Aramco logre concretar la Oferta Pública Inicial (IPO, Initial Public Offering, por sus siglas en inglés), que la llevará a cotizar en los principales mercados de acciones a nivel mundial, ésta puede desplazar a Microsoft Corp. como la empresa cotizada de mayor valor a nivel mundial.
Microsoft tiene una capitalización bursátil de US$ 1.055 billones, con un universo de acciones de 7.662.818.000 a un valor de US$ 137,78. Le sigue Apple con capitalización bursátil de poco más de US$ 975 billones y un universo de 4.601.075.000 acciones a un valor de US$ 212,46 cada acción; en tercer lugar está Amazon LLC con capitalización de US$ 889 billones y 492.332.000 acciones a un valor de US$ 1.805,6 cada una.
Saudi Aramco es en la actualidad la empresa más rentable, por lo que cuando se concrete su lanzamiento al mercado bursátil, la compañía puede alcanzar un valor estimado en bolsa entre US$ 1.000 y US$ 1.500 billones. La intención del Reino de Arabia saudita es de sacar a cotización el 5% de la petrolera estatal.
Saudí Aramco es una empresa estatal propiedad del Reino de Arabia Saudita, el cual tiene ambiciosos planes de diversificación de la nación más allá del petróleo. Estos planes requieren grandes inversiones, razón por la cual en 2016 el Reino de Arabia Saudita decidió entrar en una Oferta Pública Inicial para la petrolera y así levantar el capital necesario para cumplir los objetivos nacionales.
La IPO fue postergada en varias oportunidades. Ahora, luego de excelentes resultados en varios ámbitos, Saudi Aramco vuelve con fuerza en sus intenciones de concretar la oferta pública inicial de acciones.
Aramco recientemente reinició conversaciones con un grupo de bancos de inversión que incluye a, Moely & Company y la consultora Lazard Financial, para revisar y acordar los roles potenciales en la Oferta Pública de Acciones propuesta para finales de 2020 o 2021.
Una Oferta Pública Inicial representa la salida, por primera vez, al mercado de capitales de las acciones de una compañía, las cuales son ofrecidas a inversores institucionales. En este proceso una compañía privada o estatal como Aramco, se convierte en pública al iniciar a cotizar sus acciones en diferentes bolsas a nivel mundial.
El primer intento para la IPO quedó en espera
Saudi Aramco ha estado trabajando desde 2016 para lograr su objetivo, sin embargo, los planes fueron colocados en espera luego de haber trabajado durante 2 años con bancos de inversión como JPMorgan Chase, Morgan Stanley, Moelis, Evercore y HSBC. La capacidad de lograr una valuación de la compañía de US$ 2 trillones fue el principal factor que conllevo a posponer la IPO.
La IPO en su primer intento fue pensada para lograr captar US$ 100 billones con el objetivo de cumplir los planes que tiene el Reino de Arabia Saudita de lograr la diversificación de la nación más allá del petróleo.
Aramco se mantiene en la vía para concretar la IPO
Luego de postergar su pretensión, Aramco se ha enfocado en lograr mayor integración Upstream y Downstream. Con la disponibilidad de abundante flujo de caja, Aramco ha realizado grandes inversiones en el sector de Downstream como la reciente inversión de US$ 69,1 billones en acciones de SABIC, también la firma de la carta de intención para invertir en el más grande complejo refinador a nivel mundial propiedad de Reliance industries, que representa US$ 15 billones para adquirir el 20% de la división petroquímica de Reliance. En abril de 2019 Saudi Aramco logró colocar exitosamente una emisión de bonos por US$ 12 billones, esta emisión de bonos recibió intensiones de compra por más de US$ 100 billones.
La adquisición en SABIC y la muy exitosa colocación de bonos a principios de año reavivó las intenciones de retomar la IPO.
Aún persiste el inconveniente referido a la capacidad del Reino de Arabia Saudita de lograr una valuación de la compañía de US$ 2 trillones. Así como la capacidad de generar el interés en la compra de las acciones de Aramco puede verse afectada por la baja en los precios del petróleo, el debilitamiento del crecimiento económico mundial, así como las preocupaciones entre los más grandes inversores respecto a realizar enormes inversiones en compañías de combustibles fósiles que contribuyen con el cambio climático.
Saudi Aramco tiene características de las empresas calificadas como ‘AAA’, con una deuda mínima en relación al flujo de caja, producción a gran escala, liderazgo en el mercado y con acceso a una de las mayores reservas de hidrocarburos de Arabia Saudita.
Te puede interesar: Los inversionistas pierden interés en el shale oil norteamericano