Un alto funcionario ruso afirmó el miércoles que una transición energética apresurada para abandonar los combustibles fósiles podría hacer subir los precios de la electricidad, en respuesta a los comentarios del gobierno alemán de que un impuesto europeo sobre el carbón podría hacer más atractivas las energías renovables en Rusia.
“No estamos preparados para una fuerte volatilidad de precios en el sector de la energía eléctrica, por eso actuaremos de forma más gradual en la parte de las renovables”, dijo el viceministro ruso de Energía, Pavel Snikkars a Reuters en una respuesta escrita.
Snikkars, afirmó que Rusia está dispuesta a apoyar los esfuerzos mundiales contra las consecuencias negativas del cambio climático, pero dijo que cualquier impulso a las energías renovables debe ser gradual.
Algunos escépticos de un cambio rápido a las energías renovables dicen que la caída de la inversión en el suministro de combustibles fósiles provocará un aumento de los precios. Los partidarios dicen que las renovables proporcionarán energía más barata.
Las exportaciones rusas de materias primas y energía a Europa han estado en el punto de mira debido a las subidas de precios en invierno y a las disputas sobre el suministro, en un momento en que las relaciones entre Moscú y Occidente están en su peor momento desde la Guerra Fría a causa de Ucrania.
La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, declaró el fin de semana al grupo periodístico Funke que esperaba que el impuesto fronterizo sobre el carbono propuesto por la Unión Europea fomentara el cambio a las energías renovables en Rusia.
La ministra dijo que sería una bendición trabajar conjuntamente con Rusia en materia de energía verde. Baerbock ha dicho en el pasado que Moscú utiliza los precios de la energía para “chantajear” a Europa, que recibe alrededor de un tercio de su gas de Rusia.
La compañía eléctrica estatal rusa Inter RAO espera que sus exportaciones de electricidad se dupliquen en 2021 hasta superar los 21.000 millones de kilovatios hora.
Inflación en el carbón
En julio, la UE propuso un arancel de CO2 para las importaciones de productos contaminantes al bloque comercial a partir de 2026. Eso haría que algunas empresas pagaran un impuesto en frontera sobre los productos intensivos en carbono, como la electricidad, el acero y el aluminio.
Según un estudio conjunto de dos grupos de reflexión europeos sobre el clima, es probable que este impuesto sea el que más afecte a Rusia.
Alexandra Panina, miembro del consejo de administración de Inter RAO, que exporta a Finlandia y a los países bálticos, dijo que la empresa seguía de cerca la evolución del impuesto propuesto y se mostraba optimista respecto a la cooperación conjunta con la UE en materia de energía verde.
Panina afirmó que Inter RAO se enfrenta actualmente a obstáculos para suministrar energía barata y baja en carbono a la región y que el impuesto podría impulsar la inflación en Europa. La inflación de la eurozona alcanzó un récord del 5,1% en enero con respecto al año anterior.
“La introducción de un impuesto fronterizo sobre el carbono aceleraría la inflación, que el año pasado batió récords de varios años, y provocaría una subida adicional de los precios de todos los productos de la UE”, dijo, y predijo que los exportadores trasladarían los costes a los consumidores.
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