Igor Sechin, director general del mayor productor ruso de crudo, Rosneft, advirtió el 5 de junio que el mundo corre el riesgo de sufrir escasez de petróleo, ya que la preocupación por el clima afecta a las inversiones en combustibles fósiles.
“La estabilidad a largo plazo del suministro de petróleo está en riesgo debido a la falta de inversión. Esto se debe tanto a la exigencia de varias partes interesadas de cesar por completo las inversiones en el sector petrolero como a las aspiraciones de las grandes empresas de aumentar el valor y la rentabilidad de los accionistas mediante un mayor reparto de dividendos y la recompra de acciones”, dijo Sechin durante una sesión de un panel en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
Sechin instó a la industria a prepararse para la recuperación de la demanda de petróleo tras la pandemia y dijo que, aunque las nuevas oleadas de la pandemia pueden ralentizar el proceso de recuperación, no lo detendrán.
Sechin intervino en un panel al que asistieron los directores generales de BP, CNPC, PetroChina, ONGC, Baker Huges, Vitol, Trafigura, Glencore y Socar, así como los vicepresidentes de Chevron y ExxonMobil.
Sechin afirmó que China e India impulsarán la recuperación de la demanda mundial y destacó los marcados contrastes entre la capacidad de los distintos países para mitigar el impacto económico de la pandemia.
Nuevos riesgos
Sechin afirmó que el impacto imprevisible de la pandemia de coronavirus ha empequeñecido los riesgos tradicionales.
“La creación de vacunas suscitó la esperanza de una inmunidad colectiva y creó la ilusión de una rápida recuperación tras la crisis. Sin embargo, todo el mundo subestimó la magnitud de la pandemia, la capacidad de mutación del virus y la aparición de nuevas cepas del mismo”, dijo Sechin.
Señaló como nuevos riesgos para la industria el deterioro de las relaciones económicas, la regulación de la energía verde, un cambio drástico en el papel de los inversores institucionales minoritarios y la regionalización que sustituye al globalismo.
Sechin afirmó que la transición energética conducirá a la consolidación del sector.
“Los grandes operadores adquieren empresas más pequeñas y ponen en marcha una política más equilibrada destinada a lograr la reducción de costes en lugar del crecimiento de la producción”, dijo Sechin.
“El recorte de la producción de petróleo y gas por parte de las grandes empresas, junto con la incapacidad de suministrar al mercado volúmenes suficientes de energía solar y eólica, puede dar lugar a una nueva oleada de fusiones”, dijo.
Añadió que esto podría mejorar el atractivo inversor de las empresas energéticas.
La transición energética de Rosneft
Sechin también esbozó el plan de gestión del CO2 de Rosneft hasta 2035. Éste incluye una reducción del 30% de las emisiones en la exploración y la producción, la prevención de 20 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero, la combustión cero de gas asociado y la reducción en la intensidad de las emisiones de metano.
Rosneft también está aumentando la producción de gas y planea incrementar su cuota hasta más del 25% de la producción total.
Sechin afirmó que el megaproyecto Vostok Oil de la compañía contribuirá a la eficiencia medioambiental.
Estimó que la huella de carbono del proyecto será un 75% inferior a la de otros grandes proyectos petrolíferos nuevos en el mundo.
“El petróleo de los yacimientos de Vostok Oil se distingue por un contenido de azufre excepcionalmente bajo, entre el 0,01 y el 0,04%, comparable a la norma Euro-3 para el combustible diésel”, dijo Sechin.
Añadió que esto reduce la necesidad de unidades de procesamiento separadas en las refinerías, lo que reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sechin destacó la importancia de la cooperación internacional en proyectos ecológicos.
“También estamos trabajando con BP en el campo de la gestión del dióxido de carbono y el desarrollo sostenible y tenemos previsto evaluar conjuntamente las perspectivas de una amplia gama de proyectos: sobre energía renovable, captura y almacenamiento de carbono e hidrógeno”, dijo Sechin.
Rosneft también está discutiendo con sus socios la posible creación de un fondo especial para ejecutar proyectos destinados a reducir la huella de dióxido de carbono de la industria.
Sechin afirmó que, a pesar de las importantes inversiones, las energías renovables no se han convertido en una reserva importante para el desarrollo económico mundial.
“Las subvenciones para la generación eólica y solar en la Unión Europea se han multiplicado por 5 en 10 años hasta alcanzar casi 50.000 millones de euros al año, mientras que los propios volúmenes de generación sólo se han multiplicado por 3,6 en el mismo periodo”, dijo.
Noticia tomada de: SP Global / Traducción libre del inglés por WorldEnergyTrade.com
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