La empresa británica de ingeniería Rolls-Royce ha declarado que se asociará con la petrolera angloholandesa Shell para trabajar en el desarrollo de un combustible de aviación sostenible (SAF), en línea con los planes de ambas de alcanzar las emisiones netas cero para 2050.
Ambas empresas firmaron el miércoles un memorando de entendimiento que, según Rolls-Royce, contribuirá a los planes de certificación del 100% de SAF para su uso en aviones.
Rolls-Royce presentó recientemente sus planes para alcanzar las emisiones netas cero en 2050, invirtiendo más en tecnologías de descarbonización y, a corto plazo, utilizando un combustible de aviación más sostenible.
La empresa gasta más de 1.000 millones de libras al año (unos US$ 1.350 millones) en I+D, aunque esa cifra se redujo en 2020 con respecto a 2019, ya que la pandemia puso a prueba las finanzas de Rolls-Royce.
Las grandes empresas están sometidas a una presión cada vez mayor por parte de los inversores y los activistas del cambio climático para que informen de las emisiones que se producen cuando los clientes utilizan sus productos.
El sector de la aviación es el mayor negocio de Rolls-Royce, en donde planea hacer compatibles, para 2023, todos sus motores comerciales para que funcionen con un 100% de SAF, que produce hasta un 70% menos de CO2 que el combustible convencional.
En la actualidad, Rolls-Royce diseña, fabrica y distribuye sistemas de energía para la aviación y otras industrias. Rolls-Royce es el segundo fabricante mundial de motores de aviación después de General Electric.
Para alcanzar los objetivos propuestos, Rolls-Royce, afirmó que aumentará su gasto en investigación y desarrollo de tecnologías de baja emisión de carbono y de emisiones netas hasta el 75% de su presupuesto total en 2025, frente al 50% actual.
El reto de los SAF es que hay una escasez de suministro, que la asociación con Shell podría ayudar a resolver.
El Director de Tecnología de Rolls-Royce, Paul Stein, dijo en un comunicado que ambas empresas querían descarbonizar los vuelos.
“Creemos que trabajar juntos en estos objetivos puede ser beneficioso tanto para el desarrollo de nuevas innovaciones como para colaborar en la búsqueda de formas de liberar el potencial de reducción de las emisiones netas de carbono de la tecnología que ya se utiliza actualmente”, dijo Paul Stein.
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