El precio del cobre subió este martes impulsado por un repunte en las importaciones chinas del metal. Lo cual sería un indicio de que el sector manufacturero de la nación asiática pudiese estar en un escenario de recuperación más rápido de lo que inicialmente se pensó por la caída de covid-19.
El comercio de cobre en Nueva York aumentó en más del 1% a US$ 2.3355 por libra o US$ 5,150 por tonelada, lo cual es un máximo de cuatro semanas. El mes pasado, el metal de referencia se llegó a negociar brevemente por debajo de US$ 2.00, niveles solo vistos por última vez durante la crisis financiera mundial de 2008-2009.
Los datos de aduanas mostraron que las importaciones de cobre refinado de China en marzo aumentaron un 13% respecto al año anterior a casi 442,000 toneladas, e medida que algunas fábricas reinician siguiendo las restricciones impuestas por el COVID-19.
China consume más de la mitad del cobre del mundo y las cargas del año pasado totalizaron apenas 5 millones de toneladas, un 6% menos que un récord de 5.3 millones de toneladas en 2018.
Figura 1. Movimiento de precio del cobre en lapso de 24 horas
Las importaciones de concentrado de cobre en marzo fueron las más bajas desde septiembre, con 1.78 millones de toneladas, pero aún más que en el mismo mes de 2019. Para el primer trimestre, las importaciones de 2020 totalizaron 5.55 millones de toneladas interanual.
La analista de Argonaut Securities, Helen Lau, dijo a Reuters que puede haber problemas de suministro de concentrados de cobre a medida que las minas en Sudamérica se han cerrado para evitar la propagación de COVID-19. Se espera ver una disminución en las importaciones de concentrados a partir de mayo.
La minería de cobre aún sigue bajo los efectos del cierre por COVID-19
Chile, que acapara el 28% del mercado mundial de cobre, y cuya producción en 2019 fue de 5.7 millones de toneladas y en 2018 alcanzó la cifra record de 5.8 millones de toneladas, mantiene cerrada gran parte de las operaciones de las principales mineras del país.
Enormes mineras como la estatal Codelco, Anglo American, Teck, BHP o Antofagasta Minerals han implementado en las últimas semanas planes de contingencia, que incluyen medidas de distanciamiento social, reducción de costes, paralización de proyectos en construcción o incluso suspensión de algunas operaciones.
La canadiense Teck, el pasado 18 de marzo suspendió temporalmente la construcción de Quebrada Blanca Fase 2, uno de los proyectos cupríferos más grandes del mundo, con 15.000 trabajadores, y cuya inauguración estaba prevista para finales de 2021.
La británica Anglo American, disminuyó las operaciones de la mina Los Bronces. La chilena Antofagasta Minerals, redujo en más de un 30% los trabajadores en las cuatro minas que opera y en un 75% el personal que construye una nueva molienda en Los Pelambres.
La estatal CODELCO, la mayor minera de cobre del mundo, es la única que hasta ahora ha registrado un caso de COVID-19 en un trabajador, lo que la llevó a anunciar la suspensión de tres obras, una de ellas en la gran mina Chuquicamata.
Por otra parte, en Perú, el segundo mayor productor de cobre del mundo y la minería representan alrededor del 60% de sus ganancias de exportación. China es el destino del 45% de las exportaciones mineras peruanas y del 70% de los envíos de cobre.
El gigante del cobre Freeport-McMoRan dijo el lunes 13 que su mina Cerro Verde en Perú estaba operando, aunque limitada por la extensión del gobierno de un estado de emergencia.
El mayor productor de cobre había puesto temporalmente la mina en mantenimiento para cumplir con las medidas nacionales de contención.
Desde entonces, ha estado en conversaciones con el gobierno peruano para reanudar operaciones limitadas y dijo que estaba completando los pasos para proporcionar instalaciones adicionales en el sitio y protocolos de salud mejorados para permitir que la producción aumente.
Te puede interesar: OPEP+ espera otros 5 millones de bpd a los recortes propuestos