A medida que se vislumbra el inicio de una nueva era en la política estadounidense, aquí hay un vistazo a cómo el próximo presidente de los Estados Unidos podría impactar la industria marítima.
Joe Biden y Kamala Harris están a menos de un mes de reemplazar a Donald Trump y Mike Pence en la Casa Blanca después de que una victoria aplastante los viera ganar las elecciones estadounidenses en noviembre.
Con el respaldo de más de 80 millones de personas, Biden derrotó a Trump al ganar 306 votos de colegio electoral contra 232 en lo que será recordado como una de las elecciones presidenciales más controvertidas en la historia de Estados Unidos.
A pesar del resultado aparentemente inequívoco, el ascenso de Biden al cargo se ha visto empañado por demoras, principalmente causadas por las afirmaciones no confirmadas de Trump (hasta ahora) de fraude electoral, que desencadenaron recuentos en algunos estados y detuvieron efectivamente el período de transición.
En medio de este telón de fondo de controversias en las votaciones, manifestaciones públicas, aumento de los casos de Covid-19 y desempleo, la industria marítima está esperando saber qué tiene reservado Biden.
El impacto de Trump en la industria marítima
Una medida totalmente orquestada por la administración Trump, se cree que la guerra comercial en curso de Estados Unidos con China ha tenido un gran impacto en los sectores de contenedores y graneleros estadounidenses, que se benefician de los regímenes de libre comercio.
Las cifras de BIMCO muestran una caída sustancial en las toneladas de bienes arancelarios exportados por EE. UU. a China de 2017 a 2019, y los datos también muestran que EE. UU. no ha podido compensar esta disminución en otros mercados. A medida que avanza la pandemia de Covid-19, los volúmenes de tráfico siguen siendo peligrosamente bajos en comparación con años anteriores.
“Los aranceles, el efecto paralizador de las negociaciones en curso y el continuo enfrentamiento entre la Casa Blanca y China ciertamente han impactado el comercio en el Pacífico”, dijo a Ship el abogado de Cozen O’Connor, Jeff Vogel, en noviembre.
Por otro lado, Trump ha hecho algunas contribuciones notables al sector, especialmente a nivel nacional. A pesar de haber aprobado inicialmente un recorte importante a los fondos del Departamento de Transporte de EE. UU. (DoT) a principios de 2017, su administración aprobó numerosas iniciativas que han apoyado positivamente a la industria durante su mandato. Estos incluyen permitir el desarrollo del puerto a través de una serie de subvenciones anunciadas a principios de 2020 por la Secretaria de Transporte de los Estados Unidos, Elaine Chao; cuyos beneficiarios incluyeron el puerto de Anchorage en Alaska, Los Ángeles en California y Cabo Cañaveral en Florida.
Otro segmento que recibió apoyo federal fue la construcción naval, que recibió más fondos para los buques de misión múltiple de seguridad nacional, un conjunto de buques de entrenamiento que serán utilizados por academias marítimas estatales y operaciones de ayuda humanitaria y socorro en casos de desastre.
El enfoque de Biden: poner fin a la guerra comercial
Es probable que Biden y Harris generen varios cambios para la industria, pasando de las medidas proteccionistas de Trump a una mentalidad más centrada en el comercio y el medio ambiente.
“Biden ya ha emitido una serie de pronunciamientos políticos”, dice el Dr. Jason Nye, director ejecutivo de LAVLE, una empresa de tecnología de baterías sostenibles con sede en Washington que se centra en el sector marítimo. “Sabemos que va a hacer las cosas de manera muy diferente a como lo hizo Trump en la mayoría de las áreas que afectan a nuestra industria”.
Nye espera que el comercio experimente cambios importantes con Biden. “El señor Trump ha estado involucrado en una serie de guerras comerciales que han ralentizado el comercio”, dice. “Estamos [nuestra base] muy cerca del puerto de Seattle y sabemos que el comercio definitivamente se ha desacelerado en el puerto bajo la administración Trump”.
Se espera que la llegada de Biden revierta esta decisión, ya que probablemente impulsará relaciones comerciales más sólidas con la UE, así como la creación de más puestos de trabajo en el sector.
“La administración de Biden parece estar enfocada en [crear] nuevos trabajos de tipo sustentable, especialmente en el área de tecnología verde”, continúa, “mientras que la administración pasada estaba más enfocada en trabajos de manufactura más tradicionales”.
Se espera que el aumento de las oportunidades comerciales proporcione un alivio financiero muy necesario a las compañías navieras después de un año de operación con tráfico y capacidad reducidos debido a la pandemia. “También vemos un aumento en el comercio para igualar un aumento en los ingresos para los sectores de mantenimiento y proveedores de transportistas”, agrega Nye.
“Cuando el comercio se normalice, también esperamos ver un aumento en el envío de productos agrícolas y, si obtenemos una vacuna, también comenzaremos a ver un aumento en la demanda de los consumidores”.
La lucha contra el cambio climático
Un firme defensor de la lucha contra el cambio climático desde sus días como vicepresidente bajo Barack Obama, Biden también se ha comprometido a perseguir este objetivo una vez elegido. Según el sitio web de su campaña, el transporte marítimo tiene un papel clave que desempeñar en los planes de descarbonización del nuevo presidente.
“Biden estuvo allí junto al presidente Obama para unir al mundo para conseguir el [Acuerdo sobre Cambio Climático] de París, y estará preparado el primer día de su presidencia para llevarlo al siguiente nivel”, se lee en su manifiesto. “Para catalizar este esfuerzo, Biden, en sus primeros 100 días en el cargo […] liderará al mundo para asegurar acuerdos internacionales aplicables para reducir las emisiones en el transporte marítimo y la aviación global”.
Esto ha sido bien recibido por LAVLE, que participa en la electrificación del sector del transporte, especialmente el transporte marítimo. “La ciencia ha pasado a un segundo plano en la orientación de las políticas en estos últimos cuatro años, pero esperamos ver que desempeñe un papel más importante en la determinación de las tecnologías que el gobierno apoyará [de ahora en adelante]”, dice Nye.
El sector ya ha comenzado a realizar esfuerzos significativos para reducir las emisiones de carbono mediante la inversión en combustibles sostenibles como el gas natural licuado, pero este es solo el comienzo de un largo proceso que la administración Biden deberá apoyar y catalizar en los próximos cuatro años. “El siguiente paso es realmente tomar el desarrollo de baterías avanzadas y ponerlas en juego, que es lo que hacemos”, agrega Nye. “La electrificación de la flota mundial es algo que esperamos que la administración Biden realmente promueva”.
Más allá de eso, se espera que haya un mayor énfasis en el sector eólico marino, así como en los barcos, torres y turbinas que lo respaldan a través de un plan de infraestructura y energía limpia de $ 2 billones. “Eventualmente, veremos un repunte en la construcción naval para respaldar eso”, comenta Nye. “Puede que pasen uno o dos años antes de que realmente veamos los impactos de eso y el aumento en el tamaño de las flotas, pero es algo que esperamos ver”.
Se espera que la administración de Biden continúe el trabajo del secretario Chao en los puertos, pero con un enfoque más sostenible.
La clave para lograr esto será la introducción de un programa de monitoreo, reporte y verificación de emisiones para los barcos que ingresan a los puertos estadounidenses. El plan ayudaría a los puertos a realizar un seguimiento de sus emisiones y hacerlos responsables de sus niveles de contaminación.
Como explica Nye, la idea es parte de un compromiso más amplio para mejorar el nivel de vida de los vecindarios minoritarios que viven cerca de los puertos, que podrían beneficiarse de una reducción del smog. “Realmente no hemos visto mucho de eso, hasta la fecha, bajo ninguna de las administraciones anteriores ya que [hasta ahora] ha sido en gran parte liderado por los propios puertos”, dice.
“Esperamos que la administración de Biden apoye la electrificación de los puertos mismos, los requisitos del barco para las últimas millas que llegan al puerto, remolcadores que pueden ayudar a esos barcos a cumplir con esos requisitos y también transferir vehículos. Muchos de los puertos ya les están exigiendo que sean completamente eléctricos en ciertas fechas que varían según el puerto”.
Regulación y próximos pasos
Desde una perspectiva regulatoria y legislativa, el futuro de la industria marítima estadounidense está fuertemente ligado al nombramiento del nuevo jefe de la Administración Marítima de los Estados Unidos (Maritime Administration, MARAD, por sus siglas en inglés), la agencia del Departamento de Transporte responsable del sector.
“Estaremos observando de cerca para ver quién será el designado por MARAD”, comenta Nye. “Quien se ponga en ese puesto tendrá mucha influencia para el sector marítimo y es clave para negociar con todos los demás departamentos”.
Si bien aún no se ha anunciado un nombre, es probable que la filosofía centrada en el medio ambiente de Biden juegue un papel fundamental en la elección del candidato. Esto no solo influirá en el futuro del sector desde un punto de vista nacional, sino también en su papel dentro de la Organización Marítima Internacional (OMI) de la ONU.
Actualmente, EE. UU. ocupa un puesto de ‘Nivel A’ en la OMI, aunque, como dice Nye, no ha estado ejerciendo tanto poder en los últimos años. “La administración Biden ha hecho declaraciones muy claras y promete que serán mucho más activos en eso”, concluye. “Esperamos que el nexo de ecologización surja más con la OMI y los EE. UU. Para convertirse nuevamente en un líder en la promoción de la [descarbonización] del transporte marítimo utilizando su presencia en la OMI y el estado Tier-a”.
Noticia tomada de: Ship Technology / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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