El uso de energías renovables, especialmente la energía solar fotovoltaica, es una de las alternativas más eficaces para reducir costes y emisiones de CO2 en el sector bodeguero.
España se ha posicionado como el país con mayor superficie de viñedos del mundo. Con un total de 975.000 hectáreas dedicadas a este cultivo, cada año se generan más de 39 millones de hl de vino en el país. Para obtenerlo, la uva ha tenido que pasar por un amplio proceso de producción en diferentes fases cuyas necesidades energéticas suponen un importante gasto a tener en cuenta por los productores.
Una bodega en España tiene una media de consumo anual de casi 350.000 kWh, cifra que puede duplicarse en el caso de bodegas de mayor tamaño. Según un estudio realizado en 2018 por el Ministerio de Medio Ambiente, el consumo total de energía en la producción de vino en España se cifra en 400 millones de kWh, lo que supone un gasto medio por empresa vitivinícola de entre 20.000 y 80.000 euros anuales.
El uso de energías renovables, especialmente la energía solar fotovoltaica, es una de las alternativas más eficaces para reducir costes y emisiones de CO2 en el sector bodeguero. Estas pueden suponer un ahorro energético entre el 9 % y el 37 %, dependiendo del tamaño de la bodega, y una reducción de emisiones de CO2 entre el 23,4 % y el 31,8 %.
Vino sostenible – Uso de energías renovables
Aunque el uso de instalaciones fotovoltaicas en el sector bodeguero aún no se encuentra tan extendido en España como en otros países europeos o en Estados Unidos, cada vez son más las empresas que apuestan por esta energía renovable, sobre todo con el nuevo marco legal que simplifica los trámites y permite el autoconsumo sin peajes ni cargos adicionales. Asimismo, los precios de los paneles solares se han reducido en más de un 80 % en la última década, lo que reduce significativamente el coste de estas instalaciones.
En el sector vitivinícola, al igual que en muchos otros negocios, la aplicación de las energías renovables desempeña un papel fundamental para combatir el cambio climático y mejorar la competitividad de las empresas. El cambio climático supone nuevos retos por lo que respecta al aprovisionamiento de energía y la reducción del nivel de emisiones a los que no es ajeno el entorno vitivinícola.
Este sector tiene que hacer también un esfuerzo importante en el uso eficiente de la energía y la adopción de tecnologías basadas en las energías renovables. La trascendencia de esta labor viene marcada además por la relevancia del negcio en consumo energético dentro del sector primario.
Sector bodeguero – Aplicación de energías renovables
El consumo energético está presente en toda la cadena de producción, desde las viñas durante el proceso de recolección y transporte, pasando por las bodegas, en el proceso de elaboración y la parte final de envasado y distribución a consumidores. No existe mucha información publicada sobre el consumo energético en bodegas y, por ello, el rango puede ser muy amplio y probablemente, muy específico para cada caso.
En todo el mundo se están utilizando diferentes tipos de energías renovables en bodegas, principalmente energía solar y biomasa. A continuación se muestran algunos ejemplos en bodegas en Cataluña:
Bodegues Torres
El objetivo es disminuir el consumo energético y sustituir progresivamente la energía más convencional por energía renovable tanto en sus instalaciones en España como en Chile y California. En la bodega de Pacs del Penedès se dispone de 12.000 m2 de paneles fotovoltaicos, paneles para producir agua caliente y una caldera de biomasa que se alimenta con residuos de poda, y de aprovechamiento de otro material propio y forestal. Además el vehículo para visitas dispone también de placas solares y motor eléctrico.
Bodega Gramona
Dispone de un sistema fotovoltaico de 49 kW distribuidos en 196 paneles de 250 Wp, y destinado al autoconsumo eléctrico que permite obtener ahorros energéticos de hasta un 15 %. También cuenta con dos unidades de bomba de calor que utilizan como sumidero/fuente de calor energía geotérmica. Durante el invierno se produce calor a unos 40 °C (2×60 kW) para la climatización de oficinas y de la sala de embotellado.
Cades Penedés
Esta empresa nació en el año 1972, de la unión de cuatro pequeñas alcoholeras y dos importantes productores de vino. Genera 500 kW de potencia eléctrica con biogás procedente de un equipo de digestión anaerobia utilizando materia orgánica residual del proceso productivo.
Conclusión – Ahorro energético
El sector vitivinícola, debido a su importancia, puede desempeñar un papel muy relevante en el liderazgo en la lucha del sector productivo contra el cambio climático mediante la aplicación de medidas de ahorro energético y también de tecnologías de aprovechamiento de las energías renovables.
Las nuevas tecnologías más adaptadas al sector no solo se reducen a los avances en sistemas de energía solar y de biomasa para calefacción, que son las más usadas en el sector, sino también a otras muchas. Entre estas cabe mencionar las tecnologías bioenergéticas para la producción de biogás, bio-oil a partir de pirolisis y gas de síntesis mediante gasificación para la producción de biocombustibles de alto valor añadido.
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