Los precios del petróleo continúan bajando el viernes y se encaminan a registrar su mayor caída semanal desde marzo, ya que los temores de la demanda se vieron agravados por otro levantamiento parcial de la prohibición de exportación de combustible de Rusia.
Esta semana, los futuros del crudo Brent y del WTI se encaminan a un desplome de aproximadamente el 12% y el 10%, respectivamente, impulsados principalmente por la preocupación de que unos tipos de interés más altos durante más tiempo ralenticen el crecimiento mundial y frenen la demanda de combustible.
El informe de la EIA sobre la debilidad de la demanda de gasolina en Estados Unidos, también provocó un rápido cambio en el sentimiento del mercado.
Además, El descenso estuvo ligado a una venta masiva de bonos que desató la preocupación por las perspectivas de la economía mundial y, por extensión, de la demanda de petróleo.
Rusia también anunció que había levantado su prohibición de exportar diésel para los suministros que llegan a los puertos por oleoducto, con la condición de que las empresas vendan al menos el 50% de su producción de diésel al mercado nacional.
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Los precios del crudo
Los futuros del crudo marcador Brent bajaron 19 centavos, o un 0,23%, a 83,86 dólares a las 0950 GMT, mientras que los futuros del crudo West Texas Intermediate estadounidense bajaron 17 centavos, o un 0,21%, a 82,14 dólares.
“Los precios del petróleo se están estabilizando tras una semana brutal, en la que una implacable liquidación de los mercados de renta fija ha desatado la preocupación por el crecimiento mundial”, declaró a Reuters Edward Moya, analista jefe de OANDA.
La inflación en Estados Unidos ha seguido haciendo mella en el gasto de los consumidores, incluido el de los combustibles, que, en los últimos datos de consumo de gasolina en EE.UU., que muestran un marcado debilitamiento.
Esta semana se ha producido una fuerte caída de los precios de los bonos del Tesoro estadounidense hasta mínimos de 17 años, debido a la preocupación por que la Reserva Federal mantenga los tipos al alza durante más tiempo y a la creciente inquietud por el gasto público y el abultado déficit presupuestario de Estados Unidos, el mayor consumidor de petróleo del mundo.
La EIA informó el miércoles de que los inventarios de gasolina habían añadido 6,5 millones de barriles en la última semana de septiembre, que fue la mayor acumulación de inventarios desde enero de 2022, dijo ING en una nota, que también destacó el hecho de que esta fue la semana más débil para la demanda de gasolina en los EE.UU. desde principios de la década de 2000.
Es posible que se produzcan cambios más bruscos en los precios del petróleo hoy, después de que la Oficina de Estadísticas Laborales publique el informe de empleo de septiembre. Si el mercado laboral sigue ajustado, alimentaría las expectativas de más subidas de tipos, lo que pesaría aún más sobre el crudo.
La semana que viene, todas las miradas estarán puestas en los últimos datos de inflación de Estados Unidos y en las actualizaciones económicas de China.
Con la última reunión de la OPEP+ ya superada, aunque el mercado siga ajustado, las preocupaciones económicas se han convertido sin duda en la principal inquietud de los operadores.
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