PepsiCo se comprometió a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en toda su cadena de valor en más de un 40% antes de 2030 y a llegar a un nivel de cero neto en 2040, una década antes de lo que se pedía en el Acuerdo de París. Se espera que este cambio evite más de 26 millones de toneladas métricas de emisiones de GEI.
Para lograr sus objetivos, PepsiCo quiere centrarse en la agricultura sostenible utilizando fertilizantes de baja contaminación, tecnología de precisión y prácticas regenerativas para mejorar la salud del suelo, la biodiversidad y la productividad; además de maximizar la eficiencia en su cadena de suministro y adoptar un transporte de combustible de baja o nula contaminación.
Además, el programa “Sostenible desde el principio” asegurará un diseño de producto que mitigue el impacto ambiental del embalaje, como lo demuestra el reciente anuncio de reducir el uso de plástico nuevo y trasladar nueve mercados europeos a botellas de plástico 100% recicladas para el año 2022.
“No existe una vacuna para el cambio climático. Pero nuestro planeta está en crisis”, dijo Silviu Popovici, director general de PepsiCo Europa.
“El nuevo objetivo climático de PepsiCo duplicará nuestros esfuerzos en la reducción de emisiones. Esto afecta tanto a los negocios de nuestra compañía como a nuestros proveedores y embotelladoras”. En pocas palabras, todos tenemos que hacer más”.
Ser carbono neutral puede ser un verdadero reto
Una pequeña explicación puede ayudar a entender por qué lograr el estatus de carbono neutral para un producto o una organización puede ser un desafío, tanto como sea necesario.
La información de cada empresa sobre la huella de carbono se divide en tres categorías diferentes llamadas “alcances”. El uso directo de combustible para su vehículo, por ejemplo, se considera alcance 1; la electricidad que ha utilizado se considera alcance 2; todo lo demás como alcance 3 – lo que lo convierte en el más importante pero difícil.
Ejemplos de este alcance 3 son las emisiones de CO2 derivadas de los viajes de los empleados, la fabricación y todas las actividades comerciales a lo largo de la cadena de suministro. Por lo general, es una proporción significativa y, de hecho, Pepsi dice que más del 90% de sus emisiones de gases de efecto invernadero en 2019 procedían de esta categoría.
Según Lara Obst, cofundadora y directora de sostenibilidad de The Climate Choice, una startup B2B que ayuda a las empresas a tomar medidas climáticas, “es genial que Pepsi aumente sus objetivos de reducción de CO2 y los alinee con los objetivos basados en la ciencia a lo largo del objetivo de 1,5 grados – especialmente porque el sistema alimentario mundial es responsable de alrededor del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero”.
“Los próximos pasos requerirán una planificación precisa de acciones y medidas de reducción claras”, añade Obst. “La reducción del CO2 es, por lo tanto, un viaje conjunto y necesitará la transformación climática de muchos actores. Una hoja de ruta clara y transparente ayudaría a las partes interesadas, proveedores y clientes a entender cómo se implementarán los objetivos prometidos”.
En Europa, PepsiCo ha reducido hasta ahora sus emisiones totales en un 6% desde 2015.
Noticia tomada de: Forbes / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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