Un sistema de pila de combustible de hidrógeno le proporcionará la energía necesaria para operar al primer prototipo de tren en España diseñado por Talgo y de esa manera sustituir a las locomotoras a diésel que han venido funcionando y afectando el medio ambiente. El hidrógeno se obtendrá de manera verde bien sea, fotovoltaica o eólica.
El prototipo presentado en las Primeras Jornadas del Hidrógeno, SOIyuj H2 esta semana, se estrenará en Don Benito, región de Extremadura, está diseñado para cubrir los trenes Vittal los nuevos de Cercanías y media distancia, es modular y busca generar una reacción química con el hidrógeno almacenado en el tren, que según la web www.elespanol.com se convierte en energía eléctrica que permitiría el movimiento del transporte.
Con una inversión aproximada de 15 millones de euros, se espera que para finales del 2021 se puedan realizar las primeras pruebas de validación de este tren de hidrógeno iniciativa público-privada.
“El hidrógeno se ve como una respuesta lógica para las necesidades del transporte pesado, y, en particular, para las líneas ferroviarias que no están electrificadas y dependen de trenes alimentados por diésel,” según las afirmaciones de la empresa Talgo reflejadas en la página web Xataca.
Este sistema de propulsión espera poder instalarse en cualquier tipo de trenes, además de los Vittal y llegaría no sólo a toda España sino a otros países.
Para la aceleración se requieren baterías eléctricas por la cantidad de energía que se necesita en ese momento, las cuales se recargan con la propia frenada del tren. Mientras que, “la pila de hidrógeno se encarga de obtener energía eléctrica a partir del hidrógeno que transporta en los tanques.”
En el 2018 comenzó a hablarse de los primeros trenes con pila de combustible en Alemania de la mano de Alstom que se tiene previsto utilizarse para el 2022, luego que se finalizasen con éxito las pruebas. En España mientras tanto, apenas comienza el proceso.
Se habla de una autonomía de hasta 1.000 kilómetros para el modelo de trenes Coradia iLint, muy parecida a la de los modelos a diésel, y para los cuales no se hace imperativo la transformación de toda la línea como en el caso de los trenes 100% eléctricos.
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