El nuevo secretario de Hacienda de México dijo que seguirá apoyando a la empresa estatal Petróleos Mexicanos, pero que es demasiado tarde para cambiar las leyes petroleras del país.
“El gobierno está en plena posición de seguir apoyando a Pemex”, dijo el nuevo secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O en un evento de Moody’s el jueves. Pero el gobierno también “se acercará a Pemex para darles más información para las cosas que son necesarias de hacer y necesarias de reordenar, y estamos trabajando en eso.”
Los comentarios, en una de las primeras apariciones públicas de Ramírez de la O después de ser confirmado por el Congreso el mes pasado, sugieren que está tratando de tener una mayor influencia que sus predecesores sobre cómo Pemex utiliza la ayuda del gobierno.
El presidente López Obrador ha invertido miles de millones en la compañía estatal, la firma petrolera más endeudada del mundo, desde que asumió el cargo en 2018.
A pesar de los esfuerzos del gobierno mexicano por ayudar a Pemex, el mes pasado su calificación de riesgo fue degradada aún más por Moody’s en la calificación de basura, pasando a Ba3 de Ba2 (grado especulativo, no inversión).
Lopez Obarador agregó que es fundamental mantener la prudencia fiscal del gobierno y reconstruir los fondos de estabilización de emergencia utilizados durante la pandemia.
¿Una nueva ley para el sector energético?
Mientras el gobierno impulsa una reforma constitucional a las leyes eléctricas, Ramírez de la O dijo que ahora “sería un poco tarde” para cambiar las leyes generales de energía que la década pasada dieron acceso a las empresas privadas al mercado mexicano.
La reversión de las leyes de energía ha sido uno de los principales objetivos de la agenda del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El presidente mexicano, quien ya está a mitad de su periodo de gobierno, dijo en su tercer discurso sobre el estado de la nación, que tiene previsto presentar este mes al Congreso un proyecto de ley para renovar el sector energético.
La propuesta de una enmienda constitucional que dé prioridad a la empresa estatal de servicios públicos, la Comisión Federal de Electricidad, sobre los competidores privados, ha sido discutida por el mandatario durante meses, pero aprovechó su discurso del miércoles para ponerle un calendario.
La enmienda debe ser aprobada por el Congreso, donde se espera que se enfrente a una batalla cuesta arriba: aunque la legislatura todavía está repleta de miembros del propio partido del presidente, ese apoyo se diluyó tras las elecciones de mitad de mandato de junio.
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