El origami ha transformado la ingeniería espacial. Se trata de un antiguo arte japonés de plegado de papel que permite transformar los materiales sin alterar su peso. Por ejemplo, los espejos del telescopio espacial James Webb son tan grandes que tuvieron que plegarse al estilo origami para que entraran en el cohete para su lanzamiento.
Ahora, un nuevo escudo térmico inspirado en el origami entrará en el mundo espacial a finales de este año. Pronto se probará con una nave espacial, donde el escudo se desplegará como si fuera un volantín para protegerla durante la reentrada atmosférica.
“Cuando una nave espacial inicia su regreso a la Tierra y se encuentra con la atmósfera, su velocidad orbital se convierte en flujos de calor tan elevados que una nave sin protección simplemente ardería. Ahí es donde entran en juego los escudos térmicos”, explica el comunicado oficial.
A novel origami-based heat shield will undergo an actual atmospheric reentry from space. Named Pridwen, after the legendary shield of King Arthur, @Space_Forge's reusable, shuttlecock-style, design will spring out as a spacecraft reenters https://t.co/y8Cg9E03rb pic.twitter.com/K2gRxvwYda
— ESA Technology (@ESA_Tech) May 17, 2023
El escudo térmico ha sido bautizado con el nombre de Pridwen, en honor al emblemático escudo del Rey Arturo. Está siendo desarrollado por la empresa Space Forge, con sede en Cardiff, y lo financia la Agencia Espacial Europea (ESA).
La mayoría de los escudos térmicos de las naves espaciales actuales se basan en mecanismos de ablación, que eliminan el calor no deseado quemando las piezas del escudo. Esto impide reutilizar los satélites.
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El escudo térmico de reciente construcción se ha diseñado para irradiar calor en lugar de quemarse por completo durante la reentrada. Su gran tamaño está pensado para reflejar eficazmente el intenso calor de la reentrada atmosférica. Según la ESA, está recubierto de un tejido de aleación de alta temperatura que distribuye el flujo de calor a través de él.
Además, el escudo, al estilo de un transbordador, permitirá el aterrizaje suave de la nave espacial, cuyo peso podría quedar recogido por la red, obviando la necesidad de un paracaídas. De este modo, la nave y el escudo térmico podrán reutilizarse según las necesidades.
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Space Forge también pretende utilizar esta tecnología para la fabricación en órbita en el futuro. “La empresa ha desarrollado Pridwen como parte de una visión más amplia de la fabricación en órbita de productos de alto valor, como fármacos, superconductores y superaleaciones, que se devolverán a la Tierra de forma rutinaria”, señala el comunicado.
Los desarrolladores ya han empezado a probar el escudo térmico con múltiples pruebas de caída desde una altitud de más de 10 millas (17 km). El primer escudo térmico Pridwen volará a bordo de la misión inaugural ForgeStar-1A de la empresa tras someterse a numerosas pruebas.
Noticia tomada de: Interesting Engineering / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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