La industrialización del litio en el salar de Uyuni, que equivale a aproximadamente el 15 por ciento de la reserva mundial, enfrenta una serie de desafíos que fueron identificados por el Observatorio de la Tierra -dependiente de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA)- y dados a conocer en una reciente publicación.
Expertos bolivianos manifiestan que las trabas están relacionadas al exceso de lluvia y la concentración de magnesio en la salmuera, lo cual implica mayores costos en la industrialización.
La publicación del Observatorio de la Tierra, del 28 de abril de 2019, destaca los 10 mil kilómetros cuadrados del salar de Uyuni, que lo convierte en el segundo yacimiento de litio más grande del mundo, además de representar el 15 por ciento de la reserva mundial de este metal.
Sin embargo, el documento hace notar que Bolivia, pese a poseer este recurso natural, no está dentro de los principales productores de litio en el mundo. También identifica los desafíos que debe enfrentar el país para la explotación como el clima lluvioso y frío, que provoca que la salmuera seque en más tiempo (en procesos de evaporación) en relación con las condiciones de países de la región, como Argentina y Chile.
El otro desafío está relacionado con las altas concentraciones de magnesio y potasio de la salmuera, los cuales deben eliminarse para la obtención de litio, algo que encarece el proceso.
Héctor Córdova, expresidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), considera que existen importantes desafíos que enfrentar en el proceso de industrialización del litio. Indicó que la salmuera del salar tiene la más baja calidad con relación a países de la región.
Precisó que la calidad de la salmuera se mide en base a dos factores: la cantidad de litio que contiene y la relación entre el litio y la cantidad de magnesio que también hay en la salmuera.
Explicó que “la cantidad de litio de la salmuera de Uyuni es más pobre que las de Chile y Argentina” y que existe una relación de 20 gramos de magnesio por cada gramo de litio, lo cual reduce la cantidad de litio extraído de la salmuera.
Córdova añadió que la frecuencia de las lluvias en el salar es otro inconveniente, puesto que entorpece el proceso de extracción del litio que se realiza a través de la energía solar.
“Con el cambio climático la cantidad de días que llueve en la zona es realmente mucho mayor que antes y eso sin ninguna duda perjudica”, mencionó.
El especialista dijo que es posible obtener litio de buena calidad, pero en bajas cantidades con relación a países vecinos, puesto que se necesita mucha salmuera para obtener poco litio.
Por su parte, el geólogo José Padilla considera que Bolivia debe apuntar a la industrialización del litio y, consiguientemente, a la exportación de baterías eléctricas. Indicó que de ese modo también es posible cambiar la matriz energética del país y dejar de depender de la importación de combustibles fósiles, como la gasolina y diésel.
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