GE Renewables ha lanzado un robot submarino, el primero de su clase, que puede inspeccionar las turbinas hidroeléctricas con mayor rapidez, facilidad y seguridad que los humanos.
El robot de inspección submarina de turbinas de GE Hydro Solutions, que GE describe como del tamaño de un “castor”, puede inspeccionar zonas de difícil acceso de cualquier tipo de turbina hidroeléctrica sin sacar el equipo del agua. De hecho, es capaz de inspeccionar entre los palas de las turbinas en aberturas de menos de 200 mm, es decir, menos de 8 pulgadas.
El robot de inspección puede detectar lo mismo que el método de inspección tradicional, que requiere mucho tiempo y es caro, puesto que implica desconectar las unidades, vaciar las turbinas y enviar a personas a espacios oscuros y reducidos.
Entre los posibles problemas que se pueden detectar están la erosión, la cavitación, la corrosión, las marcas de impacto y la presencia de cuerpos extraños, según GE. La cámara del robot proporciona imágenes claras y graba lo que ve en vídeo para su posterior análisis.
Figura 1. El robot de inspección puede detectar lo mismo que el método de inspección tradicional
Un artículo publicado en la página web de GE describe la experiencia de los operarios al utilizar el robot de inspección subacuática. He aquí un extracto, que suena realmente emocionante:
David Auger-Habel, ingeniero jefe de GE’s Hydro Solutions, experimentó una sensación de excitación nerviosa cuando lanzó el vehículo hacia la turbina inactiva y volvió a su ordenador portátil. “Teníamos algunas dudas, porque estábamos utilizando muchos componentes nuevos”, dice.
El ingeniero pilotó el aparato hasta la turbina utilizando un joystick. En su pantalla aparecían dos imágenes en tiempo real: una de la cámara a bordo del vehículo teledirigido (remotely operated vehicle, ROV), que servía como una especie de dashcam subacuática, y la otra de la sonda, que iba detrás con un cable. En cuestión de minutos, la pantalla del ordenador mostraba una imagen nítida de las palas del corredor, que brillaba con el reflejo de los faros del robot.
Con el ROV navegando, llegó el momento de utilizar la cámara de inspección. Auger-Habel guió la cámara y el módulo de luz entre dos de las palas del corredor. Misión cumplida: Los ingenieros podían ahora inspeccionar hasta el último centímetro del sistema hidromecánico sin levantarse de sus sillas, y mucho menos mojarse y pasar frío.
La calidad de la imagen era impresionante. “Realmente fue una gran sorpresa ver con tanta claridad. Era más fácil hacer flotar la sonda que arrastrarse y meter la cabeza entre las aspas como había hecho en inspecciones anteriores”, dice.
De vuelta a la oficina, los ingenieros estaban impresionados. “Las imágenes eran tan nítidas que la gente pensaba que era photoshop”, dice Auger-Habel. “Tuvimos que mostrar al cliente vídeos con peces nadando a través para demostrar que era realmente una inspección submarina”. Con el ROV, Auger-Habel completó las inspecciones de las tres turbinas de la planta en sólo tres días.
Figura 2. Primer plano submarino de una turbina hidroeléctricas tomada por el robot de inspección.
GE Renewable Energy organizó un hackathon de dos días en Montreal -un importante centro hidroeléctrico- en septiembre de 2019 para idear un “robot autónomo para bucear que pudiera escanear las turbinas sumergidas y detectar defectos.
“Reunió a 25 estudiantes de universidades canadienses y los emparejó con 25 empleados de GE. El ganador del hackathon fue un concepto apodado “Yellow Submarine”. Se tardó seis meses en desarrollar el prototipo, y GE lo convirtió este año en un producto comercial que cambia las reglas del juego.
Noticia tomada de: Electrek / Traducción libre del inglés por WorldEnergyTrade.com
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