Un equipo de ingenieros de la Universidad Johns Hopkins desarrolla microconcentradores rentables y escalables que absorben más luz y aumentan la potencia de salida de las células solares hasta 20 veces.
Las actuales células solares de silicio son pesadas y voluminosas, y ocupan mucho espacio para producir energía. Los diseños más modernos, hechos de materiales blandos que son flexibles y versátiles, tipo orgánicas, son más baratas de producir pero también mucho menos eficientes que las tradicionales.
Susanna Thon, profesora asistente de ingeniería eléctrica e informática de la Universidad Johns Hopkins, está trabajando para desarrollar células solares que sean económicas y eficientes.
“Si quieres instalar huertas solares en las ciudades, que es donde realmente necesitamos energía, te gustaría poder usar estas tecnologías de alta eficiencia, porque eso reduciría la cantidad de superficie que necesitas para generar una cantidad razonable de energía. Pero son demasiado caros. Y no puedes usar los materiales más baratos, porque no funcionan tan bien a gran escala”. Susanna Thon.
Hace unos años, Thon tuvo la idea de desarrollar concentradores solares escalables y rentables específicamente para estos nuevos modelos de células solares.
Los concentradores solares tradicionales utilizan grandes lentes y espejos para recoger grandes cantidades de luz y enfocarlas hacia un área más pequeña. Thon y su equipo partieron de ese concepto, cambiaron los espejos pesados por un plástico ligero que contenía silicona y redujeron los concentradores a un elegante cuadrado de una pulgada.
“Miniaturizamos todo el diseño usando un microconcentrador”, dice Thon, “las células solares pueden absorber más luz y aumentar la potencia de salida hasta 20 veces, o más, dependiendo de la aplicación específica”.
El equipo imprimió moldes en 3D para conjuntos de lentes de microconcentradores (rejillas de estos pequeños concentradores) y luego fabricó lentes de un polímero de silicona flexible. El resultado es una lámina delgada y transparente de protuberancias que se asemeja a la forma de un cartón de huevo invertido que se puede pegar encima de las células solares.
Estos concentradores compactos podrían ser baratos y fácilmente escalables para cubrir un área mayor, dice Thon, lo que los hace prometedores para uso comercial.
Thon y su equipo presentaron una patente para su diseño inicial, y ahora están trabajando para mejorar la tecnología para recolectar mejor la luz solar directa e indirecta.
“Hay mucha luz del sol que se dispersa por las nubes o los edificios, o tal vez quieras montar una célula solar en el lateral de un edificio, donde no va a estar apuntando directamente al sol en todo momento”. Susanna Thon.
Noticia de: Eco Inventos
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