México aplazó el viernes por tres años una norma que obliga a los nuevos camiones y autobuses a usar diésel de bajo azufre, argumentando que el combustible no está disponible actualmente en todo el país.
El Comité Consultivo Nacional de Normalización de Medio Ambiente y Recursos Naturales (COMARNAT), un organismo gubernamental que ayuda a diseñar y hacer cumplir las normas ambientales, acordó que, hasta finales de 2024, los motores que utilizan diésel convencional pueden seguir siendo utilizados en México, junto con los motores construidos con nuevas tecnologías.
El retraso en las normas fue aprobado en una reunión el viernes, dijeron a Reuters dos fuentes de la industria del transporte con conocimiento directo de las discusiones.
Los planes para imponer el diésel de ultra bajo azufre (ULSD) fueron diseñados para reducir la contaminación del transporte de todo tipo de productos, desde niños en edad escolar hasta cemento, y especialmente el enorme volumen de importaciones estadounidenses que cruzan la frontera norte de México.
En comparación con el diésel convencional, el diésel de bajo azufre puede reducir los contaminantes atmosféricos nocivos, como el óxido de nitrógeno y las pequeñas partículas, en más de un 90%, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador está bajo presión de los ecologistas por su fuerte apoyo a los combustibles fósiles que afectan tanto a la calidad del aire como a las emisiones de gases de efecto invernadero.
En septiembre de 2020, México había pospuesto la norma hasta diciembre de este año, citando los desafíos de la pandemia de COVID-19.
A menos que se produzca un nuevo retraso, a partir de 2025 sólo podrán circular por las carreteras mexicanas los camiones y autobuses que puedan utilizar diésel que no contenga más de 15 partes por millón (PPM) de azufre.
Las normas actuales permiten el uso de combustible que contenga hasta 500 PPM de azufre.
El acuerdo del viernes afirma que la “insuficiente disponibilidad” estaba detrás del nuevo aplazamiento, citando una decisión anterior de la Comisión Reguladora de Energía que daba a la compañía petrolera estatal Petróleos Mexicanos hasta diciembre de 2024 para abastecer completamente al país con diésel más limpio.
México importa gran parte del diésel limpio que vende en las estaciones de servicio de todo el país.
Los camiones fueron un factor importante
En junio, las asociaciones que incluyen a los fabricantes y operadores de camiones señalaron un estudio de la industria que muestra la disminución de la disponibilidad de diésel de ultra bajo azufre en las estaciones de servicio en México.
En aquel momento, el grupo de presión de los camioneros pidió un aplazamiento, argumentando que la aplicación provocaría una mayor dependencia de los camiones más antiguos y altamente contaminantes.
En su decisión, el Ministerio de Medio Ambiente tuvo en cuenta el argumento del grupo de presión de que la incertidumbre sobre la disponibilidad del combustible más limpio paralizaría la compra de vehículos más nuevos que reducen drásticamente las emisiones del tubo de escape a pesar de utilizar diésel convencional.
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