Puede que Europa haya hecho un buen trabajo reduciendo su dependencia del petróleo y el gas rusos y mitigando una crisis energética causada por la guerra en Ucrania, pero aún “no está fuera de peligro”, dijo a la CNBC el director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
“Europa ha sido capaz de transformar sus mercados energéticos, reducir su cuota de gas ruso a menos del 4%, y su economía aún no ha entrado en recesión”, dijo Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, a Martin Soong de CNBC el domingo.
“Las emisiones europeas han disminuido… y el almacenamiento de gas está en niveles muy decentes“, dijo Birol, hablando al margen de la cumbre del Grupo de los Siete en Hiroshima, Japón.
Rusia ha desempeñado tradicionalmente un papel fundamental en el complejo energético mundial, pero la dependencia de las naciones occidentales de la energía del país se ha reducido severamente a medida que continúan desvelando nuevas sanciones para castigar a Rusia por su continua invasión de Ucrania.
“Los países europeos hicieron un buen trabajo… el invierno pasado”, dijo el jefe de la AIE, destacando que la región logró mantener con éxito las luces encendidas y mantuvo a raya una crisis invernal, gracias en parte a un invierno más suave de lo esperado.
Sin embargo, Birol advirtió de que el mercado energético de la región aún tiene tres obstáculos principales que superar este año.
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Mercado energético de Europa: tres claves a superar en 2023
1. La creciente demanda de China
La oferta energética mundial era abundante el año pasado, cuando China aún estaba bajo llave y compraba menos petróleo y gas debido a la ralentización de su actividad económica. Sin embargo, no puede decirse lo mismo ahora y Europa puede enfrentarse a un invierno más difícil este año.
Se espera que la demanda de GNL (gas natural licuado) de China repunte en la segunda mitad del año, según Birol, que añadió que las importaciones de gas al país son un “determinante clave” de la demanda de los mercados de gas natural.
Pero Birol cree que podría haber un resquicio de esperanza: los precios podrían ser más suaves de lo previsto y no espera que se produzca un “gran auge” de las importaciones procedentes de China.
No obstante, el panorama petrolero del país está cambiando.
La salida de China en diciembre de su política de cero-Covid ha provocado un aumento de la demanda de energía, y la AIE prevé que la demanda mundial de petróleo aumente en más de 2 millones de barriles diarios este año.
No es de extrañar que China, el segundo mayor importador de petróleo del mundo después de Estados Unidos, represente casi el 60% del aumento de la demanda, señaló Birol.
2. El impago de la deuda estadounidense
Los participantes en el mercado mundial de la energía también siguen de cerca las frágiles negociaciones entre la Casa Blanca y los republicanos sobre el techo de la deuda estadounidense. Sin un acuerdo, EE.UU. podría enfrentarse a un impago a principios de junio, aunque se considera poco probable.
Las negociaciones se interrumpieron mientras el Presidente Biden asistía a la cumbre del G-7 en Japón, pero está previsto que regrese a Washington D.C. el domingo. El presidente dijo en una rueda de prensa en la cumbre que no está “en absoluto” preocupado por las negociaciones y que “podremos evitar un impago y conseguiremos hacer algo decente”.
Birol dijo que un impago de la deuda estadounidense provocaría una caída de la demanda y de los precios del petróleo, pero se mostró de acuerdo en que ese escenario es poco probable.
“Evitaría darles una cifra precisa, pero podríamos esperar una caída significativa del precio del petróleo si se produjera ese impago”.
“Este asunto en Estados Unidos se tratará y prevalecerá el sentido común. Y no veo un riesgo importante para los mercados mundiales del petróleo. Pero, por supuesto, los mercados del petróleo siempre están envueltos en riesgos”, añadió.
Los precios del petróleo repuntaron el viernes tras las pérdidas de más del 1% registradas el día anterior, ya que los inversores se mostraron cautelosamente optimistas ante la posibilidad de que los riesgos de un impago de la deuda estadounidense estuvieran disminuyendo a medida que continuaban las conversaciones.
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3. La dependencia de Rusia se mantiene
Otro reto clave al que se enfrentan los mercados energéticos europeos es que su dependencia del gas ruso no se ha erradicado por completo y las perspectivas de suministro son inciertas.
Muchos países de la región se vieron abocados a una crisis energética el año pasado, cuando las importaciones de gas ruso se redujeron drásticamente.
Las exportaciones de gas del gigante energético estatal ruso Gazprom a Suiza y la UE cayeron un 55% en 2022, según informó la empresa en enero. Birol señaló que si se produjeran nuevas reducciones de las importaciones de gas “por razones políticas”, Europa podría volver a enfrentarse a “algunos desafíos” en el próximo invierno.
Birol cree que el G-7 y los países europeos no volverán a cerrar ningún acuerdo con Rusia, y añadió que la historia del gas ruso está “acabada”. “Se terminó”, dijo.
Noticia tomada de: CNBC / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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