El gigante marítimo Maersk unirá fuerzas con la coalición para el crecimiento sostenible holandés (DSGC) “para hacer un paso tangible hacia la descarbonización del transporte oceánico”, según ha manifestado la compañía.
Su objetivo es llevar a cabo una prueba piloto utilizando un 20% de biocombustibles sostenibles de segunda generación en un megabuque de contenedores. Esta embarcación navegará 25.000 millas náuticas entre Rotterdam (Holanda) y Shanghai (China) sólo con mezcla de biocombustibles, siendo la primera vez que se realiza en esta escala. Según estimaciones de Maersk, esto ahorrará 1,5 millones de kilogramos de dióxido de carbono y 20.000 kilogramos de azufre.
“Esta prueba piloto con biocombustible en una línea de transporte interoceánica marca un paso importante”, ha afirmado Balkenende. “Sin embargo, se necesita llevar a cabo muchas más innovaciones. Este objetivo sólo puede desarrollarse, testarse e implementarse de manera exitosa en colaboraciones industriales como ésta”.
“Esperamos aprender más sobre el uso de biocombustibles y las posibilidades de incrementar su uso” agregó Soren Toft Director operativo de Maersk.
Los miembros de DSGC, muchos de los cuales son clientes de Maersk, juegan un papel “crítico” a la hora de revertir esta situación. Por ello, tal como afirma la empresa, DSGC “ha iniciado y patrocinado el proyecto piloto”, mientras que Maesk contribuye siendo el socio operacional. El viaje tendrá lugar entre marzo y junio de este año.
“Para lograr nuestros objetivos de cero CO2 en 2050, en los próximos diez años necesitamos grandes avances. Maersk no puede hacerlo solo, y por eso la colaboración con DSGC y sus miembros es un paso tan importante para identificar y proveer soluciones bajas en carbono”, ha afirmado el director operativo de A.P. Moller-Maersk, Soren Toft.
Según explica la compañía, los biocombustibles de segunda generación sostenibles son una posible respuesta a la descarbonización del transporte oceánico. Por ello, prevé que, en el largo plazo, otros avances en combustible y desarrollos técnicos, así como inversiones en supply chains comerciales, serán necesarios para conseguir reducciones de emisiones significativas.
En este sentido, Toft ha añadido que “los biocombustibles son una de las soluciones viables que pueden ser implementadas en el corto y medio plazo. A través de esta prueba piloto esperamos aprender más sobre el uso de biocombustibles en general, y entender las posibilidades de incrementar su uso de manera sostenible y económica”.
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