El precio de la gasolina en Estados Unidos superó los 3 dólares por galón por primera vez en más de seis años, en medio de la creciente escasez de combustible en el sur y el este del país, mientras Colonial Pipeline sigue sin funcionar debido a un ataque cibernético.
El precio medio nacional al por menor subió a 3,008 dólares, según datos del club automovilístico AAA publicados este miércoles. La prima de la gasolina al por mayor en el área de Nueva York alcanzó su mayor nivel en tres meses. Estas subidas podrían sumarse a las presiones inflacionistas que se producen a medida que los precios de las materias primas, desde la madera hasta el cobre se incrementan.
Colonial, el oleoducto más importante para la distribución de gasolina, diésel y combustible para aviones en Estados Unidos, dejó de funcionar el 7 de mayo. La compañía operadora del oleoducto dijo que espera tomar una decisión este miércoles sobre la reanudación de los flujos de productos petrolíferos.
El combustible escasea en algunos estados
Mientras tanto, el pánico de los automovilistas ha provocado un colapso en las estaciones de servicio de varios estados. En Spartanburg (Carolina del Sur), el 78% de los puntos de venta se quedaron sin gasolina, mientras que Pensacola (Florida) y Charlotte (Carolina del Norte) registraron un 73% y un 71% de cortes, respectivamente, según los datos de GasBuddy.
La preocupación de los líderes políticos por los escasos detalles sobre cuándo se recuperará el oleoducto ha aumentado. La secretaria de Energía de EE.UU., Jennifer Granholm, dijo que aunque Colonial pueda volver a funcionar el miércoles, tardará varios días más en “aumentar las operaciones”.
La Casa Blanca ha anunciado varias medidas para paliar la creciente crisis que amenaza con lastrar la recuperación económica tras la pandemia. El gobierno de Biden ofrecerá una sesión informativa en la Casa Blanca sobre el ciberataque a las 6 de la tarde, hora de Washington.
“Esto es algo que exige una atención federal realmente seria”, dijo el martes el gobernador de Florida, Ron DeSantis, antes de declarar el estado de emergencia. “El gobierno de Estados Unidos tiene que involucrarse, tiene que ayudar a mitigar esto. Mi temor es que si tienes esta escasez de gasolina, va a causar muchos problemas para la gente.”
Colonial conecta las refinerías de la Costa del Golfo con centros de población desde Atlanta hasta Nueva York y más allá. Cada día, suele enviar unos 2,5 millones de barriles (105 millones de galones), una cantidad que supera todo el consumo de petróleo de Alemania.
Incluso cuando el oleoducto vuelva a funcionar a pleno rendimiento, la gasolina almacenada en Houston tardará unas dos semanas en llegar a las gasolineras de la Costa Este, según el calendario más reciente enviado a los transportistas. En el caso del diésel y el combustible de aviación, el tiempo de tránsito es aún mayor, unos 19 días, porque son más pesados y se mueven más lentamente.
Tras más de cuatro días de crisis, Colonial sólo ha conseguido reiniciar un pequeño segmento del oleoducto como medida provisional. Mientras tanto, la escasez de combustible siguió empeorando. En Atlanta, el 20% de las estaciones de servicio estaban secas el martes por la tarde, según el servicio de seguimiento de combustible al por menor GasBuddy.
Dos de los mayores propietarios de estaciones de servicio del país, Love’s Travel Stops & Country Stores Inc. y TravelCenters of America Inc. confirmaron que el combustible escasea en algunos estados. Ambas compañías dijeron que están tomando medidas extraordinarias para reponer los tanques.
La situación en los estados del sureste se está “deteriorando rápidamente”, dijo Brad Jenkins, vicepresidente senior del propietario de paradas de camiones Pilot, en un correo electrónico.
El gobierno de Biden emitió el domingo una orden que amplía el tiempo que los camioneros pueden pasar al volante cuando transportan combustible en 17 estados y el Distrito de Columbia. El martes por la noche, el Departamento de Transporte dijo que 10 estados podrían permitir cargas de camiones más pesadas de lo normal de gasolina y otros combustibles.
Los reguladores federales del transporte también dieron el primer paso para eximir a la Ley Jones, de 101 años de antigüedad, que prohíbe a los barcos con bandera y personal extranjeros transportar productos de un puerto a otro de Estados Unidos. Los comerciantes de combustible han redirigido hasta ahora al menos un cargamento internacional de gasolina, y otro de diésel, hacia la costa este de Estados Unidos, según los datos del transporte marítimo recopilados por Bloomberg.
La gasolina no es el único producto derivado del petróleo amenazado. En un esfuerzo por reforzar los inventarios de combustible para aviones, Southwest Airlines Co. ha comenzado a volar con suministros a Nashville, Tennessee, y otras ciudades. Hasta ahora, ningún vuelo de Southwest se ha visto afectado por el cierre del oleoducto, sino que la aerolínea dijo que está “gestionando activamente” las reservas de combustible. United Airlines Holdings Inc. cargó combustible extra en los vuelos para preservar los suministros locales en lugares como Baltimore y Greenville-Spartanburg, Carolina del Sur.
Lo que dice BloombergNEF
“Esperamos que el suministro adicional de esta semana provenga principalmente de los inventarios de almacenamiento, el aumento del funcionamiento de las refinerías de la Costa Este, otros oleoductos y los envíos desde Canadá. Los cargamentos procedentes de Europa también podrían ayudar a aliviar la escasez persistente la próxima semana”, comenta Anastacia Dialynas, analista de BNEF
La Agencia de Protección Medioambiental ha autorizado la venta de gasolina que no cumple los requisitos para combatir el smog en determinadas zonas. Una primera orden permitía la venta de gasolina convencional en las zonas donde se exige la gasolina reformulada en Maryland, Pensilvania, Virginia y el Distrito de Columbia. Una segunda orden fue más allá al eximir de los requisitos de baja volatilidad que rigen la gasolina convencional y reformulada en esas zonas, así como en otros nueve estados.
Los envíos de emergencia de gasolina y diésel desde Texas ya están en camino a Atlanta y otras ciudades del sureste a través de camiones, y al menos dos refinerías de la Costa del Golfo comenzaron a reducir la producción en medio de las expectativas de que los suministros comenzarán a retroceder en el nexo de refinación de petróleo de la nación.
Noticia tomada de: World Oil / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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