Las tarifas de transporte de crudo desde Rusia se han disparado debido a las sanciones impuestas al país, que aumentan el riesgo de movilizar cargas por esas rutas, mientras que la búsqueda de suministros alternativos aumenta las tarifas de otros trayectos.
Según comerciantes de crudo, las navieras están pidiendo al menos el doble de la última tarifa negociada para transportar el llamado crudo ESPO (Eastern Siberia- Pacific Ocean) desde Kozmino, que carga petróleo del Lejano Oriente ruso, hasta puertos de China.
Las tarifas de las regiones rusas del Báltico y el Mar Negro en Europa han aumentado más de 100.000 dólares al día, alcanzando las más altas desde 2008, según datos de la Bolsa del Báltico en Londres.
Figura 1. Las tarifas de transporte marítimo se disparan
Mientras tanto, los propietarios de buques están cobrando precios mucho más altos para enviar gigantescos superpetroleros con 2 millones de barriles de petróleo desde EE.UU. hasta el Lejano Oriente, después de haber hecho tratos a casi el doble de los niveles anteriores en febrero.
Los mercados de materias primas se han visto sumidos en la confusión por la invasión rusa, con buques mercantes afectados en el Mar Negro.
El crudo Brent ha superado los 100 dólares por barril, y los precios volvieron a subir el lunes después de que se dirigiera una nueva serie de sanciones contra el banco central ruso y otras entidades.
Esto aumenta el riesgo de manipular las materias primas del país, al tiempo que impulsa el interés por las alternativas al petróleo ruso, como los crudos estadounidenses y del Golfo Pérsico.
Aunque el petróleo estadounidense se considera caro en comparación con el crudo comparable de Medio Oriente, las calidades de la costa del Golfo de Estados Unidos, como el Mars Blend, son alternativas al emblemático crudo ruso de los Urales, según los operadores. Otros sustitutos son el Basrah Medium de Irak y el Arab Light de Arabia Saudí, mientras que los de la ESPO y el Sokol son el denominados Murban, al igual que el Arab Extra Light y el West Texas Intermediate.
Además de evitar el crudo ruso, los compradores también buscan transportar sus cargamentos de petróleo a bordo de buques no rusos, lo que añade primas a otros petroleros disponibles.
A esto se suma el aumento del costo de los combustibles para buques, también conocidos como búnkeres. En Estados Unidos, el combustible para buques se ha disparado hasta alcanzar el nivel más alto de los últimos siete años.
Hay que agregar a la mezcla que la dotación de personal de los barcos puede estar empezando a ser un problema, ya que se ha pedido a los ciudadanos ucranianos que vuelvan a casa para ayudar en el esfuerzo de la guerra.
Los marinos rusos y ucranianos representan el 14,5% de la mano de obra del transporte marítimo mundial, según informó la Cámara Naviera Internacional en un boletín la semana pasada.
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