Ya están disponibles camiones eléctricos, que son más limpios y económicos de operar que los modelos convencionales que queman diésel. Sin embargo, los defensores del diésel dicen que la autonomía y la recarga serán los mayores obstáculos para estos enormes vehículos de 18 ruedas.
Los camiones pesados eléctricos pronto pudieran entrar a competir económicamente con los camiones diésel a medida que la tecnología de las baterías mejore rápidamente, según mostró un estudio recientemente realizado por el grupo de expertos con sede en Suecia, el Instituto Ambiental de Estocolmo (Stockholm Environment Institute – SEI).
Un cambio ecológico en el sector del transporte, que genera aproximadamente una cuarta parte de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, se considera importante para ayudar a alinearse con los objetivos climáticos acordados a nivel mundial.
Los camiones que funcionan con baterías a menudo se han descartado por ser demasiado costosos para reemplazar los camiones diésel en muchas capacidades, con baterías demasiado pesadas y voluminosas para el transporte de larga distancia.
Los investigadores de SEI dijeron que ahora la tecnología permite que se vislumbre un punto de inflexión.
La tecnología de la batería está muy cerca de un umbral que hace que los camiones eléctricos sean viables y económicamente competitivos. Todo lo que falta es un componente complementario: la carga rápida, dijo Bjorn Nykvist, investigador principal de SEI.
El estudio, que evaluó los costos, el uso de energía y el peso del paquete de baterías, mostró que la disponibilidad de una carga rápida y de alta capacidad era clave, ya que eso significaba que las baterías de los camiones podían mantenerse relativamente pequeñas y livianas.
Esto debería ser un incentivo para que el sector privado y los formuladores de políticas se concentren en hacer que la infraestructura de carga esté más disponible, dijo la coautora Olle Olsson.
En muchos entornos, los camiones de carga eléctricos pueden desempeñar un papel importante en la reducción de las emisiones del transporte pesado.
La investigación de Capgemini Invent, parte de Capgemini Group, mostró recientemente que los camiones eléctricos se encuentran entre las 55 tecnologías limpias que pueden ayudar a la Unión Europea a alcanzar su objetivo de neutralidad climática para mediados de siglo.
General Motors Co y la startup de camiones eléctricos Nikola Corp dijeron el año pasado que unirían fuerzas para construir camionetas eléctricas y camiones comerciales de celda de combustible para enfrentarse a Tesla Inc.
Volvo Trucks, la principal marca de camiones de AB Volvo de Suecia, tiene como objetivo vender una gama completa de camiones eléctricos de servicio pesado en Europa a partir de este año.
Los mayores obstáculos a superar
Algo que tienen en común los camiones eléctricos es su corto rango entre recargas, que puede variar, por ejemplo, desde aproximadamente 250 millas (400 km) para el Freightliner eCascadia y hasta 500 millas (800 km) para el Tesla Semi con la batería más grande.
Definitivamente, esto no es suficiente millas para el camión diésel típico cuyo rango es de 1.000 a 1.500 millas entre paradas de reabastecimiento de combustible.
Al agregar el tiempo para recargar las baterías se evidencia que los actuales semirremolques eléctricos podrían estar bien para el transporte local, pero aún no son adecuados para el transporte de larga distancia.
En comparación con los aproximadamente 15 minutos que se necesitan para recargar con diésel, recargar una enorme batería en un semirremolque llevaría muchas horas.
Entonces, ¿Por qué no agregar baterías más grandes? La energía almacenada en una batería se mide en kilovatios-hora (kWh). La energía almacenada en un galón de diésel equivale a 37,85 kWh almacenados en baterías.
Al incrementar la cantidad de baterías, la carga útil de se reduce, por lo que un camión eléctrico de 18 ruedas pudiese dejar de llevar varias toneladas menos de carga útil que un camión diésel comparable.
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