En el año 2018, el Departamento de Interior de Estados Unidos publicó una lista con los 35 minerales críticos para la seguridad nacional. Ahora, una nueva lista, publicada en febrero de 2022, contiene 15 productos básicos más.
Estados Unidos pretende reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad para 2030 como parte de su compromiso para hacer frente al cambio climático, pero podría carecer de los minerales críticos necesarios para alcanzar sus objetivos.
La economía verde estadounidense se basará en fuentes de energía renovables como la eólica y la solar, junto con la electrificación del transporte. Sin embargo, falta la producción local de las materias primas necesarias para producir estas tecnologías, como los paneles solares, las turbinas eólicas y los vehículos eléctricos. Como es lógico, esto ha suscitado preocupación en Washington.
¿Qué son los minerales críticos?
Un mineral crítico se define como un material no combustible considerado vital para el bienestar económico de las principales economías del mundo y de las emergentes, cuyo suministro puede estar en peligro.
El suministro puede estar en riesgo por diferentes factores, principalmente debido a la escasez geológica, a cuestiones geopolíticas o la política comercial.
Gran parte del aumento en la nueva lista es el resultado de dividir los elementos de tierras raras y los elementos del grupo del platino en entradas individuales en lugar de incluirlos como “grupos de minerales.”
Además, la lista de minerales críticos de 2022 añade el níquel y el zinc a la lista y elimina el helio, la potasa, el renio y el estroncio.
El siguiente gráfico, basado en datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, enumera todos los minerales que el gobierno ha considerado críticos para la seguridad económica y nacional de Estados Unidos.
Figura 1. Los 50 minerales críticos para la seguridad nacional de EE. UU.
El reto para Estados Unidos es que la producción local de estas materias primas es extremadamente limitada, lo cual hace que sea de extrema importancia para la seguridad, lograr el suministro requerido.
Por ejemplo, en 2021 sólo había una mina de níquel en funcionamiento en el país, la mina Eagle de Michigan. La instalación envía sus concentrados al extranjero para su refinado y está previsto que cierre en 2025. Asimismo, el país sólo albergaba una mina de litio, la mina Silver Peak en Nevada.
Al mismo tiempo, la mayor parte del suministro de minerales críticos del país depende de países que históricamente han competido con Estados Unidos.
El dominio de China en materia de minerales
No resulta sorprendente que China sea la mayor fuente de suministro de productos minerales para Estados Unidos. Pekin controla actualmente más del 90% del procesamiento de minerales críticos.
El cesio, un metal crítico utilizado en una amplia gama de manufacturas, es un ejemplo. Sólo hay tres minas de pegmatita en el mundo que puedan producir cesio, y todas fueron controladas por empresas chinas en 2021.
Además, China refina casi el 90% de las tierras raras del mundo. A pesar del nombre, estos elementos abundan en la corteza terrestre y constituyen la mayoría de los minerales críticos de la lista. Son esenciales para una serie de productos como los vehículos eléctricos, la cerámica avanzada, los ordenadores, los teléfonos inteligentes, las turbinas eólicas, los monitores y la fibra óptica.
Después de China, la siguiente fuente más importante de productos minerales para los Estados Unidos ha sido Canadá, que proporcionó a los Estados Unidos 16 elementos diferentes en 2021.
La creciente demanda de minerales críticos
A medida que las transiciones energéticas limpias del mundo se aceleran, se espera que la demanda de minerales críticos crezca rápidamente.
Según la Agencia Internacional de la Energía, se prevé que el aumento de la generación de energía con bajas emisiones de carbono triplique la demanda de minerales de este sector para 2040.
El cambio hacia una economía sostenible es importante y, en consecuencia, asegurar los minerales críticos necesarios para ello es igualmente vital.
Aunque Estados Unidos aspira a ser autosuficiente en materias primas, cualquier alejamiento drástico de China y de otras cadenas de suministro basadas en Asia afectaría drásticamente a los consumidores estadounidenses a medida que aumenta la demanda interna de baterías y vehículos eléctricos. Se espera que el ritmo de crecimiento de la demanda aumente rápidamente en los próximos años.
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