En un momento en que el sector de la energía se ha visto afectada por factores como alto endeudamiento, sobreoferta y bajos precios de los productos básicos. Ahora una nueva variable ha ocasionado que los productores de energía se preparen para afrontar el mayor shock de demanda que puede afectar a los mercados: los efectos del brote de coronavirus en China que ya ha trascendido sus fronteras.
UBS, una banca de inversión con sede en Suiza, advirtió recientemente que los efectos podrían arrastrar el crecimiento económico global a niveles casi negativos durante el primer trimestre del año y causar la peor desaceleración del crecimiento desde la crisis financiera global de 2008.
Si bien es posible que el brote no afecte al mundo como lo hizo la gripe porcina en 2009, el temor a una epidemia mundial ha logrado reducir 975 puntos del índice Dow Jones el lunes 24 de febrero y 879 puntos el día martes 25. Los expertos parecen estar de acuerdo en que los efectos en la economía probablemente sean más graves.
Los efectos inmediatos en el mercado de valores
El mercado de valores y los índices principales como el S&P 500, Dow Jones Industrials y Nasdaq han caído en los 2 primeros días de la semana cerca de 6% cada uno. Muchas empresas estadounidenses que están profundamente entrelazadas con la economía global, como vestido, calzado, electrónica, y energía han estado emitiendo advertencias de que es probable que sus resultados se vean afectados por el virus.
Hay indicios que sugieren que el brote puede estar disminuyendo, y el número diario de casos nuevos en China comienza a ser menor. Sin embargo, los investigadores han advertido que podría recuperarse una vez que los residentes chinos regresen a sus actividades regulares, y lo que alarmó los mercados esta semana fue un aumento en los casos fuera de China, llegando a Italia, Suiza y Corea del Sur.
A continuación se presenta el ranking de los 4 sectores de energía que probablemente sean los que reciban el mayor impacto a consecuencia de la epidemia de COVID-19.
El lugar de liderazgo es para el Petróleo
Los precios del petróleo y el gas natural se han mantenido bajos durante el año pasado y podrían seguir así con el mayor importador de petróleo ahora en tierra.
China, el principal importador mundial de petróleo, compró 41.24 millones de toneladas de crudo en 2019, lo que equivale a 10.04 millones de barriles por día (bpd). Pero solo dos meses después del brote del virus, la demanda china de petróleo se ha reducido drásticamente debido a la disminución de los viajes aéreos, el transporte por carretera y la fabricación.
China consume 13 de cada 100 barriles de petróleo que produce el mundo, y es probable que las compañías petroleras mundiales ya sientan el impacto de la caída en el consumo. Bloomberg ha informado que la demanda china de petróleo se ha reducido en aproximadamente 3 millones de barriles por día, o equivalente al 20% del consumo total.
La caída marca el mayor shock de demanda en el mercado desde la crisis financiera mundial que terminó en 2009. También es el choque más repentino que ha sufrido el mercado desde los ataques del 11 de septiembre hace casi dos décadas.
La firma de análisis energético S&P Global Platts advirtió que el virus podría reducir la demanda mundial de petróleo de febrero hasta en un 4 %, o 4.1 millones de barriles por día, y una caída diaria promedio de la demanda global de entre 290,000 a un millón de barriles.
Mientras tanto, la Agencia Internacional de Energía (IEA) ha dicho que es probable que la demanda de petróleo caiga en 435,000 bpd en el 1T-2020, la primera contracción trimestral en más de 10 años, y redujo su pronóstico de crecimiento para 2020 en 365,000 bpd a un total de 825,000 bpd.
La Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA) es un poco más optimista y espera que el WTI permanezca por encima de US$ 50.00 / barril este año y un promedio de US$ 55.71 en 2020.
La demanda mundial de combustible para aviones se ha visto afectada después de que una serie de transportistas suspendieron los vuelos a China. Las principales aerolíneas internacionales que han cancelado o reducido los vuelos a China incluyen British Airways, Lufthansa, American Airlines, United Airlines, Austrian Airlines y Swiss International Air Lines. Otras aerolíneas internacionales también están reduciendo rápidamente los vuelos de regreso.
Los márgenes de refinación en Asia de combustible para aviones han caído a los niveles más bajos en más de 10 años. Más de 50 millones de personas se ven afectadas por un bloqueo de viaje en la provincia de Hubei, el epicentro del brote, lo que ralentiza el consumo de gasolina.
La semana pasada, un cierto optimismo volvió a los mercados bursátiles y los precios del petróleo se recuperaron brevemente cuando parecía que las nuevas infecciones se estaban desacelerando. Desafortunadamente, esto duró poco después de que China cambió su metodología de contar los nuevos casos, lo que llevó a que los números aumentaran considerablemente, lo que frenó la recuperación de los precios del petróleo.
Si bien no es probable que los efectos negativos de la epidemia sobre la demanda de petróleo duren, el brote pudiese afectar lo suficiente la economía china como para conducir a un período más prolongado de demanda y precios del petróleo moderados.
Mientras que los productores de petróleo en lugares como Irak y Arabia Saudita pudieran enfrentar una caída del 10% en las ganancias, los de Estados Unidos podrían perder hasta el 60% de sus ganancias debido al precio de equilibrio promedio mucho más alto para perforación en campos de shale (aproximadamente US$ 45 por barril).
La mayor parte del petróleo crudo que importa China proviene de Rusia, África, Irán y otras naciones del Golfo Pérsico, lo que significa que es probable que los productores de esas regiones también sientan los efectos.
El segundo lugar es para el gas natural
Ya el mercado del gas natural venía enfrentando serios problemas de sobre oferta desde antes del brote del COVID-19. Ahora, para agravar la situación, los precios del gas natural han caído recientemente a mínimos históricos, acumulando casi un 15% de merma desde el comienzo de 2020 con un exceso de oferta y aumento de inventario presionando los precios.
El líder mundial en ventas de GNL, Royal Dutch Shell, advirtió que el brote de coronavirus ya está perjudicando la demanda de GNL y lo ha obligado reprogramar o redirigir a nuevos compradores aquellos suministros que previamente estaban destinados a China continental.
Sin embargo, según el jefe global de análisis de energía y gas en S&P Global Platts, el brote de coronavirus no está generando cambios fundamentales en la dirección del mercado de GNL porque ya este transitaba un camino de debilitamiento. Se ve que el brote de coronavirus actúa más como un catalizador para este histórico colapso de los precios.
Y la situación podría no mejorar pronto. El año pasado, El Royal Bank of Canada (RBC) predijo que los precios del gas natural podrían tardar años en recuperarse por completo.
El tercer lugar es para las baterías y almacenamiento de energía
La semana pasada, Utility Dive, que cubre noticias y tendencias en la industria de servicios públicos, advirtió que la epidemia de coronavirus va a ser un gran problema con respecto a la fabricación china.
Ocho provincias del país ya han anunciado paros laborales como resultado del brote, que ha afectado negativamente a múltiples campus de producción de energía solar. Esto es muy significativo teniendo en cuenta que la mayoría de los paneles solares del mundo están hechos en China.
China también es el hogar de la mayor parte de la fabricación mundial de baterías de iones de litio. Utility Dive advirtió que la capacidad de producción de almacenamiento de baterías del país podría reducirse en un 10%, o 26 GWh, en comparación con los pronósticos anteriores.
En una nota más positiva, Utility Dive dice que una interrupción importante para el sector eléctrico de EE.UU. no es muy probable ya que la generación de electricidad proviene de fuentes nacionales o no de origen chino, como carbón, gas natural, energía renovable y nuclear.
El cuarto lugar para la energía eólica
El brote de COVID-19 afectará la cadena de suministro y las operaciones de instalación en la industria de energía eólica de China, así como en la industria eólica mundial, según un informe del Consejo Mundial de Energía Eólica (Global Wind Energy Council – GWEC) y la Asociación China de Energía Eólica (Chinese Wind Energy Association – CWEA).
GWEC Market Intelligence entrevistó a seis fabricantes de turbinas chinas, que en conjunto poseían más del 75% de la cuota de mercado china en 2018, un fabricante de turbinas extranjero, una empresa de servicios públicos, un productor de energía independiente que cotiza en bolsa, cinco proveedores de componentes y un proveedor de materiales con sede en China.
De los datos recopilados por GWEC, éste concluyó que si bien el virus tendrá un impacto en la cadena de suministro y las operaciones de instalación, la desaceleración no será tan significativa como informaron algunos observadores de la industria (por ejemplo, prediciendo la reducción a la mitad de las instalaciones de China en 2020).
China tiene la mayor capacidad de energía eólica del mundo. En 2018, China y América del Norte en conjunto representaron alrededor del 50% de la capacidad total instalada de generación eólica del mundo.
Los principales fabricantes (OEM) de turbinas chinas como Goldwind, Envision, Mingyang, Shanghai Electric, CSIC Haizhuang, DEC y CRRC y extranjeras como Vestas, Siemens Gamesa y GE Renewable Energy, informaron que reanudaron la producción en la semana a partir del 10 de febrero.
Otros fabricantes de componentes, incluidos NGC, Winergy, ZF (productores de cajas de engranajes eólicos), Yongji (el mayor proveedor de generadores de China) y Vertiv, también confirmaron que reanudaron sus operaciones en la misma semana.
La Administración Nacional de Energía (NEA) de China ha iniciado una encuesta industrial sobre el impacto de COVID-19. El objetivo será evaluar el valor de extender el plazo de los incentivos (feed-in-tariff – FIT) para energías eólicas onshore que expirará el 31 de diciembre de 2020.
Impacto en la cadena de suministro global. GWEC Market Intelligence estima un impacto internacional relativamente menor por el COVID-19. La OMS no ha emitido una advertencia sobre los buques de transporte de carga desde China. También es poco probable que los países impongan una prohibición unilateral de importación de productos chinos como medida de precaución.
Para los fabricantes de turbinas extranjeras con instalaciones en China, sus preocupaciones se centran en estabilizar el flujo de componentes locales y aumentar la capacidad de la fuerza laboral, lo que afectará su producción en febrero y marzo.
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