A medida que la economía mundial sale de la pandemia y los precios de las materias primas siguen su camino de recuperación, resulta evidente que el sector del petróleo y el gas se encuentra en un momento trascendental de cambio.
Hasta la fecha, la inversión en el sector upstream no ha dado señales de volver a los niveles anteriores a la pandemia. Sin embargo, la escasez de capital y el aumento de la demanda pueden seguir impulsando los precios al alza, ofreciendo una rentabilidad atractiva a quienes estén dispuestos a seguir invirtiendo en el sector.
Numerosos expertos de Wall Street han emitido unas perspectivas alcistas para el petróleo a corto y medio plazo, a pesar de las adversidades planteadas por la pandemia. Incluso la AIE, normalmente conservadora, ha elevado sus previsiones de precios del petróleo para 2022, a pesar de haber emitido un pronóstico mediocre para el resto del año.
Sin embargo, pocos expertos se han aventurado a hacer pronósticos sobre la trayectoria del petróleo a largo plazo. ¿Qué le espera a las grandes petroleras dentro de 5, 10 o 20 años? ¿Una notable reinvención? ¿Un largo y lento declive? ¿O quizás un colapso más abrupto?
La multinacional de servicios profesionales Ernst & Young, ha profundizado en el tema y ha ofrecido algunas reflexiones bastante interesantes sobre las perspectivas a largo plazo del petróleo y gas.
Mitch Fane, director de Energía y Recursos en las Américas y director de Petróleo y Gas en EE.UU. de E&Y, señala en su análisis que los precios más altos del petróleo en 2021, y la sustancial reducción de costos del año pasado, han impulsado los beneficios de 2021 y han iluminado tres caminos probables a futuro para las empresas E&P. A continuación se muestra cómo se desarrollan estos escenarios.
Transición a la energía limpia
Según E&Y, las empresas integradas de petróleo y gas con grandes recursos son las más propensas a invertir fuertemente en energías renovables.
Sin embargo, parece que las grandes petroleras no consiguen dar un respiro, ya que las acciones de las empresas petroleras y de gas que están invirtiendo fuertemente en energías renovables no necesariamente superan a las de sus hermanos con menos credenciales ecológicas.
Un buen ejemplo es el de las grandes petroleras europeas, BP y Shell, con algunos de los mayores compromisos en materia de energía limpia, y ambos valores tienen un rendimiento inferior al índice de referencia europeo de petróleo y gas STOXX Europe 600 Oil & Gas Index (SXEP).
El gran problema se debe a la forma en que opera el sector de las energías renovables.
La energía verde requiere fuertes inversiones iniciales con periodos de amortización más largos en comparación con las inversiones en combustibles fósiles.
Es un hecho que las infraestructuras de energía verde requieren entre 1,5 y 3,0 veces más capital y mano de obra que los hidrocarburos.
Las empresas de petróleo y gas aún están lidiando con la mejor manera de utilizar los reducidos flujos de caja, en efecto, todavía están sopesando si vale la pena reinventarse, al menos parcialmente, como negocios de energías renovables, al tiempo que determinan qué mercados de energía de bajo carbono ofrecen los rendimientos futuros más atractivos.
La mayoría de las empresas de energías renovables, como los proyectos solares y eólicos, tienden a generar flujos de caja similares a los de las rentas vitalicias durante varias décadas tras el gasto inicial de capital, con un riesgo de precios generalmente bajo, a diferencia de sus modelos actuales, con una amortización más rápida pero con un alto riesgo de precios del petróleo.
Ante la necesidad de generar una rápida rentabilidad para los accionistas, algunas empresas de combustibles fósiles han reducido sus inversiones en energías limpias.
Al invertir sus flujos de caja en proyectos de energía limpia, las grandes petroleras probablemente cosecharán los beneficios en el futuro, pero a expensas de los dividendos y las recompras de hoy.
Inversiones de compañías independientes de E&P
E&Y señala que es probable que la mayoría de las empresas independientes de E&P sigan invirtiendo la mayor parte de sus flujos de caja en sus principales negocios de petróleo y gas a pesar de la transición energética en curso.
Las empresas independientes de E&P se centran principalmente en el segmento de exploración y producción, lo que las convierte en grandes ganadoras en un mercado alcista, pero susceptibles a la caída de los precios del petróleo.
En este caso no es de extrañar que muchas de las empresas estén obteniendo mejores resultados en las condiciones actuales del mercado.
El año pasado, ConocoPhillips, productor de shale con sede en Houston, se ganó los elogios tras anunciar algunos de los mayores recortes de producción en un momento en que muchas empresas de shale se mostraban reticentes a reducir la producción y ceder cuota de mercado.
La empresa redujo su producción en Norteamérica en casi 500.000 bpd, lo que supone uno de los mayores recortes de un productor estadounidense. Este año, ConocoPhillips ha mantenido una actividad de perforación moderada y también ha mantenido un estricto control de los gastos de capital.
Esas medidas de austeridad han dado resultados, Conoco se ha convertido en el primer gran productor petrolero independiente de EE.UU. en reanudar su programa de recompra de acciones tras suspenderlo durante la crisis del petróleo del año pasado.
Conoco dice que ha reanudado la recompra de acciones a un ritmo anualizado de 1.500 millones de dólares, y también planea vender su participación en Cenovus Energy en el trimestre actual y completar las ventas a finales de 2022. Los ingresos de la venta, valorados en unos 2.000 millones de dólares, se utilizarán para financiar la recompra de acciones.
Las acciones de Conoco están volviendo a subir después de que Bank of America elevara las acciones a “Comprar” desde “Neutral” con un objetivo de precio de US$ 67, calificando a la empresa de “máquina de hacer dinero” con el potencial de acelerar los beneficios.
Con el precio del WTI en los 60 altos, ConocoPhillips no debería tener muchos problemas para generar abundantes flujos de caja libres, dado el nivel de equilibrio del flujo de caja de la empresa, que está por debajo de los 30 dólares por barril.
Devolver el capital a los accionistas
Un último escenario lo marca un subgrupo más pequeño de empresas que puede elegir o verse obligada a tomar el camino hacia la liquidación lenta, devolviendo el capital a los accionistas en lugar de invertir para el futuro.
Este puede ser el camino que sigan algunas pequeñas empresas independientes que no tienen acceso al capital.
Las empresas que apuestan por la reinversión en el negocio principal, pero que no consiguen atraer capital externo, recibirán una fuerte señal sobre cómo ven los inversores el futuro del sector.
Estas empresas, de no lograr atraer los recursos necesarios ya sea para continuar la reinversión en el negocio de E&P o migrar a las renovables, se verán obligadas a tomar un camino bastante difícil, el de la extinción.
Dado que la sostenibilidad se ha convertido en un imperativo, las empresas que sean capaces de demostrar una mayor atención a las cuestiones ESG lo tendrán más fácil para atraer capital, empleados y clientes.
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