La industria petrolera colombiana, que es crucial para el desarrollo de la nación, parece estar recuperándose a medida que ha ido en aumento el recuento de plataformas petroleras activas.
Baker Hughes informó el viernes 4 que había siete plataformas petroleras activas en el país. Con lo cual, este es el tercer mes consecutivo en el que el volumen de plataformas operativas ha aumentado, aunque aún es menos de un tercio si se le compara con el mismo periodo de 2019.
Los resultados se pueden atribuir a la reactivación de la economía de Colombia por parte del gobierno después de más de cinco meses de bloqueo, uno de los más largos del mundo, para contener el coronavirus.
Fue a fines de mayo de 2020 cuando las compañías de energía que operan en Colombia comenzaron a reiniciar operaciones no esenciales a medida que se flexibilizaron las medidas y así permitir que sectores económicos cruciales reabrieran.
Luego, un elemento clave fue que el Gobierno tomó la decisión de reabrir la economía a partir de septiembre de 2020 y que tres de los más grande productores de petróleo privados de Colombia están aumentando la producción.
Esto es importante para Colombia debido a la dependencia de la producción de petróleo como motor clave para la economía.
Las perspectivas para la industria petrolera de Colombia eran nada favorable cuando los precios del petróleo colapsaron en marzo de 2020 y surgió la pandemia de COVID-19.
El gasto de capital y la inversión en la industria petrolera colombiana cayeron drásticamente cuando las compañías petroleras suspendieron las operaciones no esenciales y cerraron parte de la producción debido a los precios más bajos.
El creciente número de plataformas es un indicador positivo para un país que depende en gran medida de las exportaciones de petróleo para generar ingresos fiscales.
Figura 1. Producción de crudo de Colombia. Jul 2019 – Jul 2020
La crisis surgió luego de un positivo comienzo de 2020
En enero, la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) pronosticó que la inversión anual crecería un 23%. lo que equivaldría a casi US$ 5 mil millones.
Debido a las importantes reducciones en el gasto de las compañías petroleras, esta cifra fue recortada por la ACP en abril en poco más de US$ 1 mil millones, a medida que se profundizaba la caída del precio del petróleo.
Como consecuencia, se estimó entonces que los gastos de mantenimiento y desarrollo se reducirían en US$ 670 millones, mientras que se esperaba que la inversión en exploración disminuyera en US$ 370 millones.
La reducción de la exploración es particularmente preocupante debido a las limitadas reservas de petróleo de Colombia que suman un poco más de 2 mil millones de barriles o aproximadamente seis años de producción al ritmo actual.
Para julio de 2020, los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), mostraron que el petróleo fue responsable del 25%, equivalente a US$ 630 mil millones de las exportaciones por valor. Esto representa una fuerte caída del 51% en el valor del petróleo y los productos derivados, que puede atribuirse a una producción y precios del petróleo considerablemente más bajos.
Durante julio, Colombia produjo un promedio por día de 735,000 barriles de petróleo, si bien casi un 1% más que un mes antes, fue significativamente menor a los 869,000 bombeados para ese mes en 2019.
Los productores privados de petróleo aumentan su producción
A fines de junio de 2020, la canadiense Parex Resources anunció que estaba reactivando su programa de exploración y desarrollo, anticipando un gasto de hasta US$ 85 millones durante el segundo semestre de 2020.
La compañía declaró que financiaría completamente los dos pozos de exploración en su propiedad de Aguas Blancas, así como realizar reacondicionamientos y perforaciones de desarrollo en los bloques LLA-34 y Cabrestero.
Durante julio de 2020, la también canadiense Frontera Energy, el mayor productor independiente de petróleo de Colombia, decidió volver a poner en funcionamiento el 60% de los 15,000 barriles de producción de petróleo que fueron cerrados.
Frontera ha presupuestado entre US$ 20 y US$ 40 millones para actividades de exploración durante la segunda mitad de 2020.
La compañía anunció que continuaría trabajando con Parex, socio al 50%, para desarrollar el descubrimiento de petróleo La Belleza-1 en el Bloque VIM-1 en la Cuenca del Bajo Magdalena.
También, Gran Tierra Energy indicó en sus resultados del segundo trimestre de 2020 que reanudaría las operaciones en la mayoría de los campos que había cerrado. Esto incluye actividades de reacondicionamiento y desarrollo en sus propiedades Acordionero, Costayaco y Vonu. La producción debía reiniciarse en el Bloque Suroriente y la mayoría de los campos menores.
La ACP declaró a fines de agosto que las compañías petroleras privadas están listas para invertir US$ 715 millones en la industria petrolera de Colombia durante el resto de 2020.
Estos desarrollos son muy favorables para Colombia y deberían conducir a un aumento constante en el volumen de producción de petróleo.
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