El número de baterías instaladas en Italia descendió en el segundo trimestre por primera vez en dos años debido a la reciente derogación de los incentivos crediticios, pero en el primer semestre de 2023 se incrementó respecto al año anterior, según la asociación italiana de energías renovables Anie Rinnovabili.
Las instalaciones totales de sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS) en el segundo trimestre ascendieron a 676 MW, casi tres veces más que en el año anterior, pero un 14,6% menos que en el trimestre anterior, la primera caída en nueve trimestres, según Anie.
En el segundo trimestre se añadieron algo más de 69.520 unidades, con una capacidad combinada de almacenamiento de 914 MWh, por encima de los 370 MWh del mismo periodo del año anterior, pero por debajo del récord de 1,14 GWh del primer trimestre. Entre abril y junio se instaló una media mensual de 23.174 unidades de baterías, por debajo de las 27.000 del primer trimestre.
Anie atribuyó el descenso trimestral a la decisión adoptada en febrero por el Gobierno italiano de suspender el plan de créditos “superbonus 110%” para pequeñas intervenciones energéticas. El Ministro de Hacienda, Giancarlo Giorgetti, alegó entonces el impacto negativo del plan en la deuda pública como razón para ponerle fin.
Pero la interrupción del crédito sólo se aplicó a las unidades que no se habían acogido al plan antes de febrero de 2023, muchas de las cuales se instalaron durante los seis primeros meses del año. Debido a este efecto retardado, la capacidad de almacenamiento en baterías añadida en la primera mitad de 2023 casi se cuadruplicó en el año hasta 1,5 GW, con una media mensual de 26.000 adiciones, según Anie.
La capacidad total de BESS de Italia alcanzó los 3,1 GW/5,1 GWh a finales de junio, frente a los 1,6 GW/3 GWh de finales de 2022, e incluyendo las unidades adicionales de BESS del operador de red Terna por un total de 60 MW/250 MWh.
La región septentrional de Lombardía sigue siendo la región con mayor capacidad de almacenamiento en baterías, con 583 MW/930 MWh, seguida del Véneto, con 414 MW/722 MWh, y Emilia-Romaña, con 307 MW/470 MWh.
Alrededor del 99% de la capacidad italiana de almacenamiento en baterías es “distribuida”, lo que significa que las unidades están dispersas por la red de distribución de hogares y empresas. Alrededor del 92% de las unidades de almacenamiento del país tienen una capacidad inferior a 20 kWh, de los cuales el 33% se sitúa en el rango de 5-10 kWh y el 36% en el rango de 10-15 kWh.
La capacidad actual de almacenamiento distribuido de Italia es de 2,98 GW, tres cuartas partes de los 4 GW previstos en su plan nacional de clima y energía para 2030. En cambio, la capacidad de almacenamiento centralizado es de apenas 68 MW, un 2,3% de los 3 GW previstos para 2030 (véase el gráfico de tendencias).
Desde 2021 se han presentado al Ministerio de Energía unos 50 proyectos de almacenamiento en baterías a gran escala para su aprobación, lo que representa 3,8 GW de capacidad. Y Terna aspira a aumentar su capacidad instalada de BESS en 6 GW en 2025-30.
Noticia tomada de: Argus Media / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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