Los productores de arenas bituminosas de Canadá pudieron exportar una cantidad récord de crudo a los mercados de ultramar gracias a un nuevo enlace de oleoducto con la costa estadounidense del Golfo.
La reciente inversión del oleoducto Capline de Marathon Pipe Line Inc. está enviando el crudo de las arenas bituminosas producido en Alberta, que no tiene salida al mar, a las terminales de exportación de la Costa del Golfo, desde donde puede enviarse a otros países.
Las exportaciones a Asia alcanzaron su nivel más alto, siendo India el principal destino con diferencia, seguida de China y luego Corea del Sur, según la empresa de análisis petrolero Kpler.
Este hecho supone un cambio radical para la industria petrolera canadiense. El país posee las terceras mayores reservas de crudo del mundo, pero las exportaciones a los mercados más allá de Estados Unidos se han visto limitadas por la falta de infraestructuras.
Canadá se ha enfrentado a una fuerte oposición por parte de los activistas para construir oleoductos desde la región de las arenas bituminosas hasta la costa del Pacífico de la Columbia Británica. Además, la Administración Biden bloqueó el año pasado el oleoducto Keystone XL, con lo que el crudo canadiense quedó fuera del mercado mundial.
“De cara al futuro, las exportaciones de crudo canadiense desde el Golfo de Estados Unidos deberían seguir mostrando su fortaleza”, dijo Matt Smith, analista de petróleo de Kpler. “Con el hundimiento de las exportaciones de crudo venezolano en los últimos años, y ahora con la perspectiva de que el crudo mexicano sea retirado del mercado, el crudo canadiense parece ser uno de los principales beneficiarios de esta dinámica cambiante”.
Los envíos de crudo pesado se dispararon a más de 266.000 barriles diarios en diciembre, tras promediar poco más de 180.000 a lo largo del año.
Las exportaciones de crudo canadiense desde la Costa del Golfo de Estados Unidos promediaron apenas 25.000 barriles diarios en 2018, antes de aumentar a un promedio de alrededor de 70.000 tanto en 2019 como en 2020.
En octubre, los envíos totales de petróleo canadiense a Estados Unidos se dispararon a más de 4 millones de barriles diarios, el mayor volumen desde principios de año gracias, en parte, a la puesta en marcha de un oleoducto canadiense largamente retrasado.
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