Estados Unidos dijo el viernes que trabajará con socios internacionales para suministrar al menos 15.000 millones de metros cúbicos más de gas natural licuado a Europa este año, buscando acabar con la dependencia del bloque de las exportaciones energéticas rusas tras la invasión de Ucrania por parte del Kremlin.
Se espera que estos volúmenes adicionales de GNL aumenten en el futuro, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Se produce en medio de la creciente preocupación por el hecho de que los países importadores de energía sigan llenando a diario las arcas de guerra del presidente Vladimir Putin con ingresos procedentes del petróleo y el gas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, describió el compromiso de Estados Unidos de suministrar más GNL este año como un “gran paso en esta dirección”. “Gracias por apoyar la seguridad energética de Europa y su independencia de Rusia”, dijo von der Leyen a través de Twitter el viernes.
Estados Unidos y la UE anunciaron la formación de un grupo de trabajo conjunto para reforzar la seguridad energética de Ucrania y la UE para el próximo invierno y el siguiente.
El “Grupo de Trabajo para la Seguridad Energética” estará presidido por un representante de la Casa Blanca y otro de la Comisión Europea, el poder ejecutivo de la UE.
Los objetivos principales del grupo de trabajo, según Estados Unidos y la UE, serán diversificar el suministro de GNL en consonancia con los objetivos climáticos y reducir la demanda de gas natural.
La iniciativa requerirá probablemente nuevas instalaciones para la importación de GNL, sobre todo porque la UE pretende aumentar su demanda de suministros de gas estadounidense.
Seguridad energética
La Casa Blanca dijo que la UE trabajaría con el objetivo de asegurar, hasta al menos 2030, la demanda de aproximadamente 50.000 millones de metros cúbicos al año de GNL estadounidense adicional. Esto es “coherente con nuestros objetivos netos compartidos”, añadió.
“Esto también se hará en el entendimiento de que los precios deben reflejar los fundamentos del mercado a largo plazo y la estabilidad de la oferta y la demanda”, dijo Estados Unidos.
La energía rusa es una fuente clave de ingresos y de influencia política para Moscú.
De hecho, la UE recibe actualmente cerca del 40% de su gas a través de gasoductos rusos, varios de los cuales pasan por Ucrania.
Se considera que los ingresos procedentes del petróleo y el gas rusos son responsables de aproximadamente el 43% del presupuesto federal del Kremlin entre 2011 y 2020, lo que pone de manifiesto el papel central que desempeñan los combustibles fósiles para el gobierno ruso.
La guerra de Rusia con Ucrania ha coincidido con fuertes subidas de los precios del carbón, el petróleo y el gas, ya que los países se esfuerzan por sustituir las fuentes de energía rusas.
La prisa por profundizar en la dependencia de la humanidad de los combustibles fósiles tras la crisis de Ucrania provocó una advertencia nefasta del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres.
“Los países podrían verse tan consumidos por el déficit inmediato de suministro de combustibles fósiles que descuidaran o hincaran la rodilla en las políticas de reducción del uso de combustibles fósiles”, dijo Guterres a principios de esta semana. “Y esto es una locura: la adicción a los combustibles fósiles es una destrucción mutua asegurada”.
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Noticia tomada de: CNBC / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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