WASHINGTON – La Agencia Internacional de Energía (International Energy Agency, IEA, por sus siglas en ingles) lanzó el pasado viernes su última revisión en profundidad de las políticas energéticas de EE. UU., dando la bienvenida al liderazgo estadounidense en innovación y destacando el impacto de largo alcance de la revolución del shale en el país.
El auge del shale bituminoso ha transformado a los Estados Unidos en el principal productor mundial de petróleo y gas y en un exportador líder de combustibles. Como resultado, el enfoque del país, para la formulación de políticas energéticas, ha cambiado de una mentalidad de escasez a una que busca maximizar los beneficios de la abundancia de energía, según informe de la Agencia Internacional de Energía. La política del gobierno de EE. UU. refleja una estrategia para impulsar la producción de energía, y de esa manera, el país pueda beneficiarse de mayores exportaciones y ser un líder mundial en tecnologías energéticas y, en última instancia, mantenga bajo control las facturas de los consumidores.
Un punto central de la estrategia también lo es reducir los obstáculos regulatorios para expandir la producción de energía de los EE. UU. y aumentar la competitividad de la industria energética de los EE. UU., si bien se espera que las emisiones continúen disminuyendo en la próxima década, el informe de la IEA fomenta el fortalecimiento de esta tendencia. Los retiros de plantas nucleares, así como las regulaciones de emisiones menos estrictas, corren el riesgo de compensar las ganancias del movimiento hacia el gas natural y las energías renovables para la generación de electricidad.
“Desde la última revisión en profundidad hace cinco años, Estados Unidos ha remodelado los mercados energéticos tanto a nivel nacional como mundial”, dijo el Dr. Fatih Birol, Director Ejecutivo de la IEA, al presentar el informe junto con Rick Perry, Secretario de Energía, en Washington el pasado viernes. “En este contexto, la IEA elogia el levantamiento de la prohibición estadounidense de las exportaciones de petróleo crudo, así como los esfuerzos para racionalizar las aprobaciones regulatorias para las exportaciones de GNL, que han ayudado a reforzar la seguridad energética global al diversificar las opciones de suministro para los importadores”.
El informe de la IEA señala también que el crecimiento futuro de la producción y las exportaciones dependerán de la construcción complementaria de los oleoductos y gasoductos. Aunque el gobierno se ha esforzado por racionalizar las licencias federales para la infraestructura energética, sigue habiendo casos de infraestructura de nivel medio que lucha por mantener el ritmo del crecimiento de la producción de shale. La ubicación oportuna de los gasoductos también ayudará a los esfuerzos para reducir las tasas de quema de gas de la producción de petróleo.
La abundancia de gas natural de bajo costo ha dado como resultado que la generación a gas supere la del carbón en el sector eléctrico. Al mismo tiempo, la caída de los costos y el apoyo de políticas para la energía renovable han motivado un aumento en la capacidad de generación eólica y solar. En consecuencia, las plantas de carbón y nucleares, que durante mucho tiempo han sustentado los mercados de electricidad de EE. UU. la IEA recomienda respuestas normativas para garantizar una transición sin problemas en el sector eléctrico que aproveche al máximo el crecimiento de las energías renovables variables y, al mismo tiempo, garantice que el sistema de energía general siga siendo confiable y resistente.
Por otro lado, el informe indica que la continua prioridad que los Estados Unidos asignan a la seguridad energética y la protección de su infraestructura. Aplaude los pasos tomados por el gobierno para actualizar sus marcos de seguridad, incluso, mediante la introducción de procesos para abordar nuevas tendencias, como las amenazas cibernéticas.
Además, a medida que la revolución del shale lleva a los Estados Unidos a convertirse en un exportador neto de petróleo, se requiere una consideración cuidadosa al examinar las propuestas para modernizar y vender la Reserva Estratégica de Petróleo (Strategic Petroleum Reserve, SPR, por sus siglas en ingles) de los Estados Unidos.
“Estados Unidos es una piedra angular de la seguridad energética mundial y desempeñará un papel fundamental en cualquier respuesta colectiva futura de la IEA”, dijo el Dr. Birol.
La revisión también destaca el papel de Estados Unidos como líder mundial en innovación energética.
“Los esfuerzos de investigación apoyados por el Departamento de Energía y sus Laboratorios Nacionales continuarán dando frutos para las transiciones mundiales de energía, incluso en áreas de captura, utilización y almacenamiento de carbono, tecnologías nucleares avanzadas e integración de sistemas de energías renovables”, dijo el Dr. Birol.
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