Aun cuando la producción mundial de petróleo ha recibido un duro impacto por la disminución del consumo y la sobreoferta en el mercado, no es menos cierto que el gas natural, cuya proyección de consumo y producción era muy prometedora, también ha sido golpeado por los efectos de la pandemia. Ahora según análisis de Rystad Energy, está previsto una disminución de 2.6% en la producción de gas natural.
Este efecto es más evidente en la producción de gas asociado proveniente de los yacimientos petrolíferos en donde la disminución llegará a 5.5% en comparación con los niveles de 2019.
Antes de la imposición en el mundo de la energía de una nueva realidad a consecuencia del Covid-19, Rystad Energy estimaba para 2020 que la producción total de gas natural aumentaría a 4,233 billones de metros cúbicos (Bmc), desde 4,069 Bmc en 2019. Ahora esta estimación ha sido revisada y se ubica en 3,962 Bmc para 2020, con aumento a 4,015 Bmc en 2021 y a 4,094 en 2022.
La producción de campos de gas natural, que en 2019 llegó a 3,521 Bmc y que inicialmente se esperaba para 2020 un aumento a 3,687 Bmc, alcanzara en su lugar los 3,445 Bmc, con una recuperación a 3.485 Bmc en 2021 y 3,551 Bmc en 2022.
La producción más afectada en términos porcentuales es la del gas asociado, cuya cifra anualizada inicialmente se pronosticó que se mantendría en gran medida plana desde el nivel de 2019 de 547 Bmc. Ahora se espera que para 2020 esta cifra caiga a 517 Bmc, aumentando a 530 Bmc en 2021 y 542 Bmc en 2022. Es probable que el gas asociado solo supere los niveles de 2019 a partir de 2023.
El análisis de Rystad Energy considera que parte de la recuperación será impulsada por el optimismo en los precios a futuro del petróleo, lo que puede conducir gradualmente la producción de los campos de gas asociados a cerca de 600 Bmc para 2025.
La producción total de gas natural estará definida por la manera en cómo evolucionan realmente los precios futuros del petróleo.
Figura 1. Producción mundial de gas natural por tipo de campo
La producción en diferentes regiones del mundo
La mayor caída en la producción de gas asociada se sentirá en América del Norte, que representa aproximadamente la mitad de la producción mundial. Desde un nivel de 259 Bmc en 2019, la salida de gas asociada caerá a 246 Bmc en 2020 y permanecerá sin variación en 2021. La recuperación se estima inicie en el año 2022 con una cifra de 256 Bmc y 269 Bmc en 2023.
El Medio Oriente, la segunda región productora de gas asociada más grande, parece un poco más resiliente a los efectos mencionados. La producción caerá en 2020 a 91 Bmc, lo que comparado con los 95 Bmc en 2019, representa una caída de 4.2%. La recuperación puede ser rápida para llegar a 94 Bmc en 2021 y 99 Bmc en 2022.
La producción de Rusia, que en 2019 fue de 52 Bmc, verá en el 2020 una caída en el gas asociado a 46 Bmc y se recuperará a 50 Bmc en 2021, se proyectan disminuciones marginales en años sucesivos.
La excepción parece ser Europa, que respecto a 2019, mantendrá constante su producción en 38 Bmc, con un aumento a 39 Bmc en 2021 y 2022, para luego alcanzar un máximo de 40 Bmc en 2023.
Rystad Energy pronostica que los precios del Brent se estabilizarán cercanos a los US$ 60 por barril en 2025. En el caso de estudio base las previsiones de producción de gas asociado son de 596 Bmc en 2025.
Sin embargo, si los precios se mantuvieran en el nivel actual de US$ 40 por barril, existe el riesgo de ver caer la producción asociada por debajo de 500 Bmc.
Por otro lado, si los precios del Brent aumentaran hacia 120 dólares por barril, la producción de los campos vería una rápida recuperación y tendría el potencial de alcanzar los 800 Bmc para 2025.
Si bien la demanda mundial de gas para 2020 se ha revisado a la baja a 3,883 Bmc debido al impacto de Covid-19, un salto en el consumo durante 2021 como resultado de continuos bajos precios y la recuperación del rendimiento económico podría conducir a un equilibrio más ajustado.
Actualmente, la previsión de producción para 2021 es de 4,015 Bmc, lo que significa que si la demanda crece más del 3%, el saldo podría cerrarse significativamente. Esto conduciría posteriormente a precios más altos, lo que podría desencadenar una respuesta del lado de la oferta.
La previsión actual para 2021 de Rystad Energy sugiere que los precios de Henry Hub promediarán US$ 2.7 por MMBTU y el Índice de precios TTF (Title Transfer Facility) con promedio de US$ 3.6 por MMBTU.
El retraso en las inversiones para nuevos proyectos pone en riesgo la producción de gas y en consecuencia una inminente alza de los precios mundiales del gas.
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