La producción china de acero cayó en julio a su nivel más bajo en 15 meses, según cálculos de Bloomberg, ya que la industria empieza a cumplir su promesa de reducir la producción por debajo de los niveles récord del año pasado para frenar las emisiones.
El primer productor mundial fabricó 86,79 millones de toneladas de acero bruto el mes pasado, lo que supone un descenso del 7,6% respecto a junio y del 8,4% respecto a los 93,36 millones de toneladas de julio de 2020, según mostraron el lunes los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
La producción media diaria se situó en 2,8 millones de toneladas el mes pasado, según cálculos de Reuters basados en los datos de la NBS, cayendo un 11% desde los 3,13 millones de toneladas diarias de junio.
Según Fastmarkets MB, los finos de referencia del 62% de Fe importados en el norte de China se cambiaban por 163,52 dólares la tonelada, un 0,6% más que al cierre del viernes.
Desde finales de junio, Pekín ha enviado equipos de inspección a los gobiernos locales y a las fábricas para comprobar que se aplican los recortes en la capacidad y la producción de acero, cerrando los altos hornos obsoletos y limitando la producción en las plantas más contaminantes.
“(Debemos) centrarnos en la reducción de la producción de acero bruto en las empresas con malos resultados medioambientales, alto consumo de energía y tecnología y equipos anticuados… y garantizar que la producción de acero bruto en 2020 se reduzca con respecto al año anterior”, dijo la Asociación China del Hierro y el Acero en un comunicado.
La asociación y los analistas prevén que la demanda de acero en China se enfríe durante el segundo semestre del año debido a la ralentización de la actividad de la construcción y a la todavía escasa oferta de semiconductores, que está limitando la fabricación y la demanda de metales en el sector del automóvil.
Durante los siete primeros meses del año, China fabricó 649,33 millones de toneladas de acero, un 8% más que en el mismo periodo del año anterior, según la oficina de estadísticas.
“Estamos viendo el efecto acumulado de los esfuerzos de descarbonización de China y la incertidumbre de la escasez de covid y chips a nivel mundial”, dijo Tommy Xie, jefe de investigación de la Gran China en Oversea-Chinese Banking Corp.
Confianza
La economía china se ralentizó más de lo previsto en julio, lo que se suma a los indicios de que la recuperación mundial está sufriendo presiones a medida que la variante del virus delta atasca las cadenas de suministro y socava la confianza de los consumidores.
Las ventas al por menor se vieron afectadas por las nuevas y estrictas restricciones sobre el virus introducidas a finales de mes para contener nuevos brotes. Las inundaciones en el centro de China y la debilidad de las ventas de automóviles debido a la escasez de chips perjudicaron a la industria, mientras que la ralentización del mercado inmobiliario y las políticas medioambientales redujeron la producción de acero y cemento, afectando a la demanda de materias primas.
Las ventas al por menor aumentaron un 8,5% interanual, frente a la estimación media del 10,9%. La producción industrial aumentó un 6,4% interanual, frente a la estimación media del 7,9%.
Fu Linghui, portavoz de la Oficina Nacional de Estadística, dijo que China mantendrá una “recuperación estable” en el segundo semestre del año, y que los principales indicadores se mantendrán “dentro de un rango razonable”.
“Seguimos esperando una notable ralentización del crecimiento en el segundo semestre, ya que Pekín deja poco espacio para reducir sus medidas de restricción sin precedentes en el sector inmobiliario”, dijo Lu Ting, economista jefe para China de Nomura Holdings Inc.
Noticia tomada de: MINING / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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