El 2019 representó un leve incremento en la inversión para energías renovables, luego de la baja presentada durante 2018, pero se espera que para alcanzar el objetivo climático planteado se tripliquen para este año, datos publicados en el informe de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA) y la Iniciativa de Política Climática (CPI).
La intención no es sólo alcanzar los objetivos ambientales planteados sino lograr superar con éxito la crisis generada como consecuencia del COVID-19, pero se hace necesario que la inversión renovable continúe en aumento, en diversas tecnologías, hasta alcanzar a meta para el 2050 de USD 800 mil millones.
Durante 2013 y 2018 la inversión alcanzó los 351 mil millones de dólares, específicamente en 2017, se observó un incremento en lo que a energías renovables se refiere.
Francesco La Camera, Director General de IRENA, considera que “el COVID-19 nos ha demostrado que se necesita con urgencia mucho más esfuerzo para ponernos en un camino compatible con el clima y ayudarnos a recuperarnos mejor con una economía sostenible y resistente”.
“Los responsables de la toma de decisiones deben diseñar enfoques sistémicos para las políticas que fomenten y aceleren el flujo de inversión en energías renovables…. que permitan el crecimiento económico, la resiliencia social y el bienestar”, añade La Camera.
De cumplirse las estrategias de IRENA no sólo se lograría incrementar la inversión en un promedio de USD 2 billones anuales, sino que además podrían generarse unos 5.5 millones de empleos adicionales en el sector entre el 2021 y 2023.
Mientras que, para el 2030 podrían llegar a ser 19 millones de empleos adicionales, siempre y cuando el promedio de inversión sea USD 4,5 billones hasta 2030.
En su portal, IRENA señala recomendaciones para la recuperación verde y los objetivos climáticos que de llevarse a cabo involucrando a los sectores privado e institucional, actores del mercado de capitales, así como empresas no productoras de energía, podrían alcanzarse.
Siendo primordial el compromiso a nivel gubernamental siempre que se cuente con el respaldo de medidas, inversiones en la integración de sistemas y tecnologías para incrementar la flexibilidad del sistema, conduzcan a la descarbonización y se amplíen los beneficios socioeconómicos.
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