La competitividad de Alemania como ubicación industrial es la piedra angular de una transición energética exitosa, como se afirma en el acuerdo de coalición del gobierno alemán.
Alemania tiene una industria fuerte y eficiente: el sector de producción representa más de una cuarta parte del valor agregado bruto (27.5 por ciento). En otros países industrializados, como Francia y Estados Unidos, la cifra es de solo alrededor del 20 por ciento.
“Para lograr los ambiciosos objetivos climáticos sin poner en riesgo a Alemania como una ubicación industrial, necesitamos gas natural”, subraya Mario Mehren, CEO de Wintershall Dea, la principal compañía independiente de gas y petróleo de Europa. “Podemos mantener la producción industrial en Alemania con energía limpia y asequible que esté disponible de manera confiable. ¡El gas y la transición energética van juntos!” agregó Mehren.
“La creación de valor por encima del promedio es posible en gran medida por el gas natural”, subraya Mehren.
Según los firmantes del documento de posición, las empresas industriales consumieron un total de poco menos del 40 por ciento de los requisitos totales de gas natural de Alemania en 2016 (926 mil millones de kWh). En áreas individuales, como la industria y la construcción, el consumo de gas en Alemania es casi el doble que en Francia, por ejemplo.
Al mismo tiempo, la producción en Alemania, también gracias al gas natural, es significativamente más eficiente cuando de energía se refiere que muchos otros países industrializados.
Solo se utilizaron 4.7 gigajoules (GJ) de energía primaria para producir bienes y servicios por valor de 1.000 € en Alemania en 2016. Eso significa que Alemania es un cuatro por ciento más eficiente que Japón, y un 32 por ciento más eficiente que Estados Unidos.
La eficiencia energética en la economía en su conjunto ha mejorado en un 23 por ciento desde 2000 (6.1 GJ). Mientras tanto, las emisiones de gases de efecto invernadero de los procesos industriales han disminuido en más del 20 por ciento.
De particular importancia es el papel del gas natural en la industria química, que representa el 15 por ciento de la cantidad de gas natural consumido en Alemania. Se utiliza no solo para generar energía, sino también como materia prima: su principal componente metano forma la base para producir amoníaco y metanol. Estos compuestos químicos son una parte importante de varios productos objetivo: por ejemplo, para materiales poliméricos, detergentes y agentes de limpieza, y productos químicos especiales.
La importancia del gas también continuará aumentando en el sector del acero: para alcanzar los objetivos climáticos, la industria apunta a reemplazar los recursos actuales basados en el carbono casi por completo.
El hidrógeno producido con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, por ejemplo, a partir del gas natural, puede desempeñar un papel clave en esto. Wintershall Dea está trabajando con el Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT) para investigar cómo se puede producir este hidrógeno azul a través de la pirólisis de metano.
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